Sea como haya sido nuestra experiencia, con el paso del tiempo necesitamos revisar nuestra actitud frente al perdón, pues tiene una importancia grande y beneficia a quien lo pide y a quien lo recibe. Además, ese doble papel nos corresponde vivirlo según haya sido nuestra conducta, y no sólo una vez sino muchas veces durante nuestra vida, y con muchas personas.
El nombre litúrgico de la fiesta de Reyes se llama Epifanía, quiere decir manifestación. En la Navidad, el Niño Dios se manifiesta a los pastores de Judea. Estos pastores reciben un aviso de los ángeles. Se enteran del acontecimiento los del pueblo judío. A los magos o sacerdotes en Persia, o sabios que estudiaban los astros, les anuncia el acontecimiento una estrella. Más tarde les llaman reyes por lo importante del suceso.
La esperanza 2>
Se trata de reconocer que el problema no es tener esperanza sino en quienes van a llevar a cabo ese proyecto. Pero, si no hacemos estas reflexiones para reconocer que por una falta de criterio encomendamos una tarea a quien aún no está preparado o la esperamos en un tiempo en que es imposible llevarla a cabo porque faltan conocimientos o elementos, somos capaces de desalentarnos para siempre.
Qué lección tan grande la de cómo Dios cuida de todas sus criaturas, pero ese cuidado tiene un orden: las personas somos administradoras del bien estar de todos, hasta de los animales. Este es el mensaje de fondo del cuidado de ese perrito que asume una persona sensible.
La muerte es un temor que nos lleva a sobreponernos, porque es un hecho que se dará una sola vez y es totalmente desconocido, y a la vez, la vida continúa.