La transmisión de mensajes que corroen los valores humanos se localiza a la orden del día. Por ejemplo: la propaganda a favor del aborto; el bombardeo sistemático de ideas en pro de la violencia, ensalzándola como el recurso fácil para arreglar los problemas sociales; la degradación de la información convirtiéndola en propaganda, etc.
Sin embargo, hoy nos vamos dando cuenta de que los medios de comunicación tanto los tradicionales como los digitales nos están restando libertad, porque seleccionan los contenidos de lo que se publica con criterios arbitrarios, fijados no se sabe bien por quien, y con qué propósito.
A veces en un comunicador se puede presentar la tentación de ser un protagonista que cause impacto, que sorprenda con lo que dice, que su trabajo le sirva como palanca para ser famoso a costa de lo que sea.
Algunos corresponsales de guerra se intercambiaron información y, en especial, uno de ellos con acceso a material clasificado, tomó abundante documentación confidencial.
En su intervención, Rosalía Buaún Sánchez presidenta de la Asociación de Locutores, señaló que dentro de sus objetivos está el reconocer e impulsar la profesionalización de los locutores “por eso surgió este reconocimiento, pues es una de las formas que tenemos como organización de reconocer y seguir impulsando el trabajo duro, honesto y profesional”, expresó.