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Cuatro formas de cuidar a nuestras niñas y niños 2>

Tal vez te han pasado cosas desagradables, dolorosas y estresantes ahora siendo adulto que todavía te causan tristeza, miedo y malestar. ¿Te imaginas lo impactante que es vivir una experiencia así en la infancia? Esto sucede porque su cerebro está en construcción, porque su sistema nervioso y todo su ser está aprendiendo si el mundo es un lugar confiable o no para vivir, si tiene otros humanos que puedan cuidarle y protegerle o no.

Las experiencias que vivimos en la infancia tendrán entonces un gran impacto en nuestra vida adulta y por eso hoy quiero compartirte algunas formas de cuidar esta hermosa etapa, así podrás regalarles a tus hijos más experiencias positivas y amorosas pues serán los recursos que tendrá para afrontar la vida de manera resiliente.

  1. Elimina los castigos y adopta una actitud curiosa ¿Qué me quiere decir con su conducta?, ¿Por qué se está comportando así?, ¿Cuál es mi responsabilidad en su manera de reaccionar?

Por ejemplo, aventó un vaso. En vez de castigarlo con la intención de corregir esa conducta inadecuada, responde las preguntas anteriores. Tal vez encuentres que está cansado o que está enojado, que reaccionó así porque tiene sólo 5 años y que su enojo surgió porque son las 10 de la noche y no lo has llevado a dormir. Todos nos ponemos intolerantes cuando tenemos sueño. Entonces cambiarías el castigo por llevarlo a dormir que es lo que necesita.

  1. Escúchalo más. ¿Cuántas veces nos gana el querer explicarles todo de la vida y acabamos en el sermón? Otra vez la actitud de curiosidad nos dará más herramientas para conocerlo y saber cómo piensa y cómo se siente. Cuando te quiera contar algo, por favor haz una pequeña pausa, escúchalo atentamente, míralo a los ojos y hazle más preguntas ¿Cómo se te ocurrió eso? ¿Tú qué piensas?

¿Cómo te sientes con eso? ¿Cómo crees que pasó?

Cuando no puedas hacer una pausa en ese momento, dile que lo atenderás después y recuerda hacerlo. No hay nada más bonito que sentirse escuchados y vistos. Cuando lo haces, le dejas saber que es importante para ti.

  1. Juega más. A todos nos gusta divertirnos y pasarla bien. A veces olvidamos hacerlo. Olvidamos que jugar genera conexión emocional y fortalece el vínculo. No tienes que sentarte en el piso a jugar con muñequitos. Escuchar música, bailar, cantar, hacer cosquillas, hacer bromas, jugar adivinanzas, contar cuentos, salir a la naturaleza y correr son grandes y simples ideas que generan Cuando no estén siguiendo la instrucción que diste, en vez de elevar más la voz, haz un tono juguetón: ¿Qué me acaba usted de decir? ¿Quiere que le haga unas cosquillas acaso?
  1. Explícale más. No sé cuántas veces he escuchado a adultos decir “Son niños, no entienden, están chicos”, ojalá mejor les ayudáramos a entender. Recuerda: dile siempre la verdad pero que sea una verdad que cuide su corazón. Las niñas y los niños aprenden a ver el mundo con los lentes de sus padres o cuidadores y si estos no les explican lo que sucede, harán las conclusiones que les sean posibles con su

Te comparto un ejemplo de cómo explicar: “Te asustaste porque ese ruido estuvo muy fuerte”, “Ves a la familia alterada y tal vez estás confundido. Lo que pasa es que el abuelo se sintió mal y estamos preocupados, pero ya vienen los médicos a ayudarlo a sentirse mejor”. “Hoy papá y yo peleamos, sé que eso no te gusta. A veces los adultos nos enojamos y no nos ponemos de acuerdo. Encontraremos un espacio cuando estemos en calma” “Eso que sentiste se llama miedo”.

Espero que estos 4 consejos prácticos les ayuden en el proceso educativo de sus hijos, son alternativas respetuosas que nos permiten entender mejor a los pequeños y continuar siendo sus guías, con amor y cuidado.

Fotos: Jesús Arizmendi Valdez

 

Reflexiones sobre un verdadero líder 2>

Quizá la primera cualidad del líder consista en un apasionado amor por la verdad, como requisito para identificar los problemas, y entonces, situarse en condiciones de encontrar el qué y resolver el cómo. Y además poseer una buena dosis de valentía, para llamar a las cosas por su nombre.

Afrontar la verdad es tal vez el primer rasgo de valentía que exigimos de un líder. La huida o falseamiento de situaciones, y el miedo a saber que uno pudo permanecer equivocado durante poco o mucho tiempo, pueden incapacitar para saber-dejarse-decir las cosas.

La arrogancia, la jactancia, el orgullo, la soberbia y la vanidad son los peores enemigos, que si no se combaten en cuanto aparecen los primeros síntomas, pueden anular al líder, corrompiendo su juicio mental y torciendo su voluntad.

Somos muchos, los que estamos convencidos, de que la prueba de oro de una persona de valía es la humildad, que no quiere decir apocamiento sino permanecer en la verdad, aunque tomar esta pueda ser muy duro.

Un líder auténtico no duda en apoyarse en hombres más capaces que él y confía en ellos. Pero antes les pide lealtad, lealtad y más lealtad.

Esta lealtad se demuestra especialmente en los momentos adversos. El líder se esfuerza en llegar siempre a una concepción personal de las situaciones, habiendo acudido a su propia experiencia y a los datos acumulados por los expertos.

El líder necesita actuar con la mayor objetividad posible, y se cuida bien de no forjarse una imagen definitiva de las situaciones, como de un peligro que podría comprometer sus decisiones posteriores.

Cuando descubre algo, o se le ocurre alguna idea, da cuenta de sus perplejidades o dudas a los que deban trabajar con él, así como de sus conclusiones –una vez que haya escuchado a los expertos-.

Es flexible: ajusta su actuación a las circunstancias concretas de cada persona o situación: buscando información de muchas fuentes; revisa sus actitudes; decide distinguiendo con claridad lo que es importante de modo permanente, y lo que es transitorio.

Es profundamente comunicativo y no tiene miedo a descubrir que los demás opinen diferente. Sabe rectificar y aprender de sus errores. Tiene un claro conocimiento de mundo, al cual él debe ajustarse: la religión y la moral, le indican los límites y los cauces de su quehacer político, sin más señalización que el respeto y el fomento de los derechos humanos.

Es fundamental que adquiera los conocimientos para realizar con justicia su gestión, mediante el estudio detallado de la ley y el ordenamiento naturales del hombre y de las cosas. Por ejemplo, si es católico debe conocer bien la fe y la moral de Cristo y la doctrina social del Magisterio de la Iglesia.

Nos parece que México va marchando bien. La recesión que nos afecta, está en otros aspectos de la vida, como el moral y la falta de valores en la familia, célula de la sociedad.

Estas situaciones que se han formado, nos dañan y nos afectan profundamente: el virus de la violencia, inseguridad, narcotráfico, divorcio, la brecha entre ricos y pobres, la pornografía, etc. La corrupción, en una palabra.

Todo ello parece haberse metido en el seno de la sociedad. Los problemas se amontonan de modo que parecen formar un nudo gordiano, que, según se dice, todavía no aparece por ahí quien lo desate.

 

Recorrer largas distancias en busca de salud de calidad. La historia de Irene y Lalo 2>

Los niños, los adultos y los jóvenes que viven en zonas rurales, no cuentan con seguridad social, en cuanto al acceso al derecho de la salud. Se estima que entre el 51% y 67% de la población rural tiene acceso reducido a los servicios de salud esenciales.

La historia de Irene y Lalo es un claro ejemplo de la necesidad de sistemas de salud cercanos que existe en las zonas rurales. Lalo llegó a la Ciudad de México junto con su mamá, Irene, quien estaba diagnosticada con cáncer de mama, por lo que, ambos fueron enviados de Oaxaca, su estado natal, hacia la Ciudad de México, a la Fundación FUCAM al sur de la CDMX.

Provenientes de uno de los municipios del estado de Oaxaca, con poco más de 4,700 habitantes. Desde el año 2019, Irene fue diagnosticada con cáncer, sin embargo, no podía continuar su tratamiento en Oaxaca.

De acuerdo con un estudio de la Secretaría de Salud y CONEVAL, las zonas urbanas tienen 15 veces más hospitales que las zonas rurales. La brecha en la distribución de los hospitales es significativamente amplia y produce que las personas que residen en zonas rurales enfrenten tiempos excesivos para llegar a algún hospital.

Ambos, madre e hijo, se vieron obligados a salir de su lugar de origen y migrar en busca de salud de calidad para su recuperación. Por varias semanas pudieron hospedarse en el municipio de Cuautitlán Izcalli, pero lamentablemente tenían qué viajar de 3 a 4 horas de su hospedaje al hospital y de regreso, por lo que sufrieron con los traslados y el transporte público.

Poco tiempo después encontraron un lugar que les cambiaría la vida a ambos. Irene y Lalo encontraron Albergue La Esperanza IAP, una institución dedicada a apoyar a personas, brindándoles un hogar temporal y apoyos necesarios a personas de bajos recursos económicos que padecen enfermedades, las cuales no pueden ser tratadas en su lugar de origen.

Lalo cuenta que la primera impresión que tuvo del albergue fue muy positiva, la limpieza con la que se mantenía la Institución fue una de las razones para quedarse dentro de ella. Irene, por su parte, permaneció emocionada por haber llegado a un lugar donde podía quedarse con su hijo para asistir al hospital sin traslados eternos.

Ambos estuvieron hospedados por cuatro años en Albergue La Esperanza IAP., donde Lalo, asegura haber tenido tiempo para reflexionar y pensar acerca de la vida y de la oportunidad que tuvo, y a no darse por vencido.

Lamentablemente, y a pesar de sus esfuerzos, Irene pierde la lucha contra el cáncer y fallece en los últimos meses de 2023, sin embargo, su hijo Lalo recuerda con agradecimiento a Albergue La Esperanza, por la ayuda que por cuatro años le brindó a él y su mamá, donde también pudieron convivir entre ellos, aprender, ayudarse y animarse para continuar con su vida. Actualmente Lalo sigue con sus estudios de Universidad, y conserva con él la esperanza.

El albergue, para muchas familias se ha convertido en una esperanza en medio del dolor de las enfermedades que padece la población. La Institución brinda hospedaje, apoyo tanatológico y espiritual, apoyo con medicamentos, acompañamiento en hospitales y alimentación balanceada.

Actualmente el albergue cuenta con 143 camas y una ocupación de promedio de 95% durante todo el año. Las habitaciones cuentan con ropa de cama y toallas limpias, baño con agua caliente y tres comidas balanceadas diariamente. Desde 1987 el albergue abrió sus puertas gracias a un grupo de vicentinas que había descubierto la necesidad de personas de escasos recursos que viaja largas distancias para recibir atención médica de calidad.

Un albergue que se convirtiera en un lugar para descansar y de esperanza. Así fue como nació esta IAP., ofreciendo comida y servicios de aseo personal dignos a muy bajo costo. También se les brinda medicamentos y acompañamiento tanatológico. La problemática que ha atenido la Institución se basa en las problemáticas que las personas viven con los gastos de viajar a otro lugar, población que proviene de otros estados de la República.

 Hasta el momento han sido atendidos más de 5,313 personas, entre ellas, la historia de Irene y Lalo, quienes formaron parte de esta red de ayuda y descubrieron el apoyo de otras personas, brindándoles esperanza aun fuera de su lugar de origen.

Fotos: Albergue La Esperanza IAP.

Respeto y garantías a la mujer embarazada exigen 15 mil manifestantes 2>

Con la representación de más de 30 asociaciones de todo el país, 15 mil manifestantes exigieron a la clase política y de los representantes populares que serán elegidos el próximo dos de junio, el respeto al derecho a la vida y la atención efectiva a las mujeres, particularmente a quienes están embarazadas.

Ante la sede de la Asamblea Legislativa de la CDMX, en la décimo tercera edición de la Marcha por la Vida, la exigencia fue: “los miles aquí presentes, a días de elegir legisladores, venimos a exigir que reconozcan que tienen una deuda enorme con la mujer, con el derecho al futuro de los ciudadanos y es momento de retomar esa agenda por nuestro país”.

La mujer mexicana merece y exige las condiciones que hoy se han ignorado. En nuestra naturaleza está la maternidad y probablemente la mitad de la población un día pase por ese proceso. ¿Por qué tendría que ser una desventaja lo que enriquece a la familia y a nuestra sociedad?

A nombre de las 30 asociaciones nacionales, la directora de “Pasos por la Vida”, Pilar Rebollo manifestó: Necesitamos que se aseguren espacios de lactancia en las universidades, en los espacios laborales y demás lugares donde una madre se desenvuelve.

Necesitamos que deje de ser causa de discriminación laboral nuestra maternidad. Patrones y empresas motivados a conservar el talento indistintamente a su estado civil, incluso, por ley trabajos flexibles y amables con la maternidad.

Necesitamos de regreso los servicios médicos para las madres y sus hijos, las guarderías que nos permitan trabajar y un profesional cuide de nuestros hijos, y así cada condición que implica un futuro más claro y prometedor para los dos.

A la futura presidencia de la república, a los legisladores, a todas las y los candidatos recordaron que la mitad de a mujeres embarazadas abandonan sus estudios, mientras la causa número uno de discriminación laboral contra la mujer es el embarazo.

Al cumplirse 17 años de la despenalización del aborto en la ciudad de México, advirtieron a candidatos a legisladores: “esperamos estudio y creatividad de su parte para aportar iniciativas que saquen a la mujer de la vulnerabilidad en la que se encuentra, no es opción que nos ofrezcan muerte en lugar de mejores tratos, presupuesto, respaldo y subsidiariedad para quienes tan solo hospedamos nueve meses a los mexicanos invisibilizados.

Hoy, ha marchado la generación a la que le duelen sus compañeros fallecidos en estos 17 años, la generación que exige nuestro Derecho al futuro.

“Este 2024, los jóvenes y las futuras madres estamos aquí para que nos vean, nos tomen en cuenta y nos aseguren que nuestro futuro no tiene porqué ser de disyuntivas, sino de posibilidades, de acompañamiento y condiciones para desarrollarnos”.

Fotos: Pablo Mier y Terán.