En la maternidad se encuentran una serie de valores incomparables que, a su vez, forjan el carácter de la mujer. Cito el que me parecen más importante: la capacidad de sufrir incomodidades por un bien ajeno.
Sobre mi tía Catalina y mis primos, tengo grabada en mi mente infantil, las penurias económicas por las que pasaron. Porque solíamos ir a pasar los veranos, trasladándonos de Ciudad Obregón a Navojoa
El amor es posible si tú y yo amamos a los que tenemos enfrente con pequeños detalles concretos. Y para esto, el servicio es indispensable. Servir, ayudar, dar, sostener, acompañar, sonreír y esto con alegría. Qué delicia es vivir con gente que se da a sí misma, se entrega en la vida cotidiana, se adelanta, hace las tareas de la casa y convierte en hogar todo lo que toca. Y esto se llama virtud.
Aunque no tienen una capa, corona o súper poderes, las mamás, están siempre al pendiente y lo dan todo por sus hijos, aun cuando enfermen o tengan algún problema, ellas están al pie del cañón para atender y ver por sus retoños. En México el Día de las Madres tuvo su origen hace más de 90 años.
Considero que este importante documento, de el Papa Benedicto XVI hay que leerlo con calma, sopesando cada una de sus frases, porque vierte muchos conceptos luminosos y brinda bastantes pistas para comprender mejor esta compleja problemática. Todo ello es resultado de su amplia experiencia pastoral, lo mismo que de sus análisis e investigaciones como un brillante teólogo de nuestra época.