La segunda cara es la del modo como las personas aprovechen esos conocimientos. Y aquí se exige la responsabilidad de las personas sobre el modo de aplicar sus conocimientos. Todo conocimiento es para crecer, para superarnos, por eso hay que compartirlos adecuadamente para usarlos para bien.
A veces en un comunicador se puede presentar la tentación de ser un protagonista que cause impacto, que sorprenda con lo que dice, que su trabajo le sirva como palanca para ser famoso a costa de lo que sea.
Saber que tenemos una Madre en común, la Santísima Virgen, nos da seguridad personal porque Ella al decirle a Juan Diego que está en su regazo nos lo dice a cada uno. Por lo tanto, esas palabras son una inyección de seguridad y de confianza al saber que estamos bajo su manto y nos mira y nos cuida.
Es un error soñar con lo fácil porque el esfuerzo que realicemos nos viene muy bien, nos mejora, NOS HACE FUERTES, nos asegura la preparación para afrontar el porvenir.
Antes de la pandemia se hablaba de la tecnología que permitiría reducir los costos laborales. Ese proyecto no era sostenible, aun sin el coronavirus. Ahora se suman los estragos en la economía que pueden llevar a una reducción importante de puestos.