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Reflexiones Archivos - Somos Hermanos

Ednica celebra 35 años de trabajo por los derechos de la niñez y juventud en situación de calle 2>

En el marco de su 35 aniversario, Ednica IAP presentó el libro Mi lugar seguro, una publicación que recupera testimonios, análisis y reflexiones sobre los procesos de atención a niños, niñas y adolescentes trabajadores en situación de calle.

A través de esta obra, Ednica reafirma su compromiso de promover y defender los derechos de la infancia y juventud que habita y trabaja en el espacio público de la Ciudad de México.

Desde 1989, Ednica ha desarrollado un modelo de intervención basado en la escucha activa, el fortalecimiento de habilidades para la vida y la construcción de proyectos de vida dignos.

Mi Lugar Seguro es el resultado de una investigación que documenta los logros y desafíos de este acompañamiento, destacando la importancia del vínculo familiar, la autonomía emocional y la preparación para la vida independiente.

En este libro se presentan las experiencias de las y los adolescentes y jóvenes que formaron parte de uno de los programas operativos de Ednica; quienes a través de un proceso educativo han logrado construir relaciones más igualitarias, evitar conductas de riesgo y consolidar proyectos personales.

Además, la publicación incluye un análisis cuantitativo sobre las condiciones actuales de los participantes del proyecto “Preparación para la Vida Independiente” implementado entre 2018 y 2020.

Bertha Bocanegra Hernández, directora general de Ednica IAP y coordinadora de contenidos de la publicación, señaló: “La presentación de este libro es la mejor manera de celebrar 35 años de trabajo ininterrumpido en la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes en situación de calle. Es un testimonio de nuestra labor y del impacto que hemos tenido en la vida de muchas personas”.

La publicación estará disponible para consulta pública en dónde será consultada y podrá ser reproducida siempre que se cite la fuente y se haga sin fines de lucro.

CUIDARNOS 2>

Cuidarnos es una palabra hermosa. Encierra una gran riqueza de significados y conviene detenernos para reflexionar sobre ellos, porque debido a las condiciones actuales de nuestra sociedad resultará una palabra muy usual y al acostumbrarnos a usarla podemos desgastarla e ignorar todos los aspectos que contiene.

En primera instancia cuidarnos puede enfocarse a la responsabilidad consigo y eso es una necesidad básica. Cuando alguien tiene un problema sobre todo relacionado con la salud es absolutamente natural y conveniente pensar primero en uno mismo. Aunque es necesario evitar el egocentrismo propio de quien se siente enfermo o imposibilitado.

También cuidarnos tiene una referencia hacia los demás, con quienes se establecen redes de relaciones recíprocas. Esta dimensión social es mucho más imperativa e importante y tiene prioridad porque desde nuestro nacimiento hemos gozado de la atención y ayuda de los demás, no solo en lo extraordinario sino en lo ordinario. Sin esos cuidados no hubiéramos sobrevivido.

A continuación, revisaremos los contenidos encerrados en la palabra cuidarnos. Luego veremos algunas cualidades necesarias para ser cada uno un sujeto activo de la acción de cuidar y también un sujeto pasivo que facilite que le cuiden.

Cuidarnos sugiere observar con afecto y detectar necesidades. Lo siguiente es ver el modo de hacer algo para minimizar las carencias o incluso enseñar a cada quien a resolverlas. Con frecuencia se fundan instituciones cuando se descubren a muchas personas con las mismas necesidades, e incluso resultan medidas muy eficaces para afrontar o prevenir las causas de tales problemas.

La actitud de cuidarnos sugiere cercanía, interés hacia el otro y desinterés hacia uno mismo, compromiso, afecto, misericordia, comprensión, paciencia, perseverancia, tino, amabilidad, … Todo esto y mucho más son cualidades muy bellas y positivas. Fomentan paz y gratitud.

Muchas de todas estas actitudes se viven en la familia. Si faltan algunas es muy oportuno adoptarlas. Aquí está la base de forjar buenas personas para contar con buenos ciudadanos.

Algunas cualidades necesarias para ser un buen cuidador pueden ser la de dar importancia a los compromisos pequeños o grandes y en primera instancia cuidar la puntualidad. En la relación mantener una actitud positiva, aunque la otra persona actúe negativamente, el autocontrol es indispensable para evitar conflictos. La sonrisa es imprescindible. Todo esto en el cuidador y en el cuidado.

Detectar lo positivo y dar las gracias siempre, del mismo modo admitir los errores y pedir perdón, también siempre.  Esto implica estar muy atento a los demás y a las circunstancias. Cuando algo resulta mal es importante aprender de los errores para evitarlos en lo sucesivo y, si es el caso aceptar las correcciones.

Siempre mantener el entusiasmo por lo que se hace. Es demandante y difícil, pero importa más la perseverancia.