La presencia de estas organizaciones en una zona geográfica garantiza un mejor acceso a los alimentos para quienes se ven excluidos del suministro de comida por razones económicas.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el mundo ha tenido un importante avance cuando se trata de reducir el hambre: hay 216 millones de personas con hambre menos que en 1990-1992, a pesar de que hubo un incremento poblacional de 1,9 mil millones de personas.
En el mismo tenor, un eje central de la asociación civil es su comedor, instalaciones de calidad y productos de primera son completamente necesarios para cumplir la misión del centro, sin contar que la alimentación brindada es equilibrada y saludable.
Tanto los años posteriores a la Primera como de la Segunda Guerra Mundial en que muchos hogares quedaron rotos: esposas sin maridos, niños huérfanos, soldados físicamente discapacitados, traumas psicológicos de los excombatientes en las confrontaciones bélicas, mucha pobreza, sin empleos, una ola de hambruna, inflación o racionamiento de alimentos por parte de las autoridades civiles. Todo eso y muchas cosas más, dejaron como una profunda cicatriz en los ciudadanos llena de amargura, dolor y sufrimiento.