
Para ayudar a los menores a desarrollar su lenguaje y a tener interacción social básica, son fundamentales los primeros 18 meses de vida.
Para ayudar a los menores a desarrollar su lenguaje y a tener interacción social básica, son fundamentales los primeros 18 meses de vida.
Hasta la fecha no es posible determinar con exactitud las causas que lo originan y las últimas estadísticas en México señalan que 1 de cada 300 niños es diagnosticado con autismo (INSAR, 2012).
El difícil acceso educativo que pasan las niñas, niños y jóvenes con este trastorno se vuelve un problema severo en su desarrollo.
En México, de acuerdo con estadísticas oficiales presentadas en el marco de la nueva Ley General para la Atención y Protección a Personas con la Condición del Espectro Autista, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 30 de abril de 2015, uno de cada 300 niños se encuentra en el espectro, y año con año se registran más de 6 mil nuevos casos.
El TEA es un trastorno neurobiológico del desarrollo que se manifiesta durante los tres primeros años de vida y que perdurará a lo largo de todo el ciclo vital. Los síntomas fundamentales del autismo son básicamente dos: deficiencias persistentes en la comunicación y en la interacción social y patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades.