Todos los ciudadanos del mundo, hemos de ver estos momentos como la oportunidad de prepararnos para la continuidad de la vida. Tanto en la tierra como en el cielo.
La naturaleza se alegra, los animales y nosotros, los seres humanos, nos alegramos en grande al recibir el más grande Don que Dios ha hecho a los hombres: enviarnos a su Hijo Jesús al mundo.
Investigo un poco sobre las rectoras de universidades en el país y me encuentro: “de las 34 universidades públicas estatales del país, 27 no han tenido una sola rectora en las seis administraciones pasadas.
Luisina como siempre la llamamos sus amistades y familia, dejó un legado. No fue famosa por nada, si acaso conocida por su trato siempre jovial y alegre. Dejó un legado de enseñanzas a sus hijos Jaime y Luis Eduardo, a sus nueras, Ana Marta Escalante y María José Molina y a sus nietos.
Mi visión del mundo y de la vida se ha enriquecido muchísimo al escucharla e intentar aprender algo de sus conocimientos, de su privilegiada memoria que tiene mucho de su pasión por el estudio y la investigación científica. Así se explica que a los 89 años de edad acabe de publicar un libro, (Conchas y caracoles en las pictografías de la obra de fray Bernardino de Sahagún).