Tag

trabajo Archivos - Somos Hermanos

Valores en el trabajo (2 de 3) algunos aspectos 2>

CREATIVIDAD:

  • La creatividad, más que una madurez, es consecuencia del trabajo perseverante de las personas que se empeñan en hacer cada vez mejor su trabajo cotidiano.
  • Todo proceso puede ser mejorado. Cualquier problema puede tener una mejor solución. Evite el perfeccionismo, es suficiente que esté ben hecho. Esta convicción es la raíz de la creatividad y de la innovación.
  • Favorece la creatividad el hecho de no actuar con esquemas fijos; salirse del modo habitual de hacer las cosas, buscando modos más eficientes.
  • La capacidad de observación y de descubrir detalles y situaciones que pueden ser mejoradas, es la apertura a la innovación.
  • Ante un problema, conviene buscar alternativas de solución, y si es necesario insistir una… y veinte veces –si hace falta- hasta que lleguemos a la solución.
  • Tenga presente, que el prudente no es el que lo intenta una o dos veces y se desanima, sino el que lo intenta – no importa el número de veces-, hasta que descubre el modo y lo consigue.
  • Escuche mucho y lea mucho. Después, dé vuelo a la imaginación.
  • Para aprender de cada persona y de cada situación, observe todo lo que le interese o le sea útil. Hágase preguntas y busque respuestas.
  • Cuando algo le salga bien, descubra cuál es la causa del éxito. Tome nota –es útil dejarlo por escrito, para servicio de los demás- y aplique el mismo procedimiento a otros asuntos.
  • No tenga miedo al fracaso –tampoco lo busque-, ni a quedar mal. Si no salió como se esperaba, corríjase y continúe adelante, sin importarle el “qué dirán”. Pero conviene tener el permiso del superior.
  • Estudie cómo hacen los demás su trabajo; fíjese en aquellos aspectos en que destacan. Pregúntese por qué les salen las cosas bien, e inspírese creando o adaptando un nuevo procedimiento.
  • Desecarte de su vida el lenguaje bloqueador: “no vale la pena cambiar”, “así me enseñaron”, “siempre se ha hecho de este modo, para qué buscar otro”

 

ESFUERZO:

  • Todo lo que vale, exige disciplina, dedicación, esfuerzo…
  • La paciencia todo lo alcanza. Elimine la impaciencia y sustitúyala por la perseverancia. El tiempo es necesario para alcanzar cualquier objetivo.
  • Ejercitar la paciencia es el camino para fortalecer la voluntad: paciencia para corregir los errores, para escuchar a los inoportunos, etc.
  • Establezca un horario para su trabajo y ajústese a él, con flexibilidad, pero con exigencia.
  • Lo que hay que hacer se hace: ¡ahora!, sin aplazarlo. Tanto a corto, como a mediano y largo plazo.
  • Hable claro, aunque pase un mal rato. Pero expréselo como le gustaría que a usted se lo dijeran.
  • Corra riesgos, sin dejar de ser prudente. No se retraiga por el miedo a fracasar o por las dificultades que enfrentará. Sea audaz.
  • Ejercite la voluntad cuidando las cosas pequeñas. ej: mantener organizado el escritorio, recoger un papel del suelo, sonreír, contestar bien, cumplir un plazo, vivir una dieta, llevar a la práctica un plan de ejercicios, aprender un idioma, tener un plan de lecturas y leerlas –con flexibilidad-. Como los triunfadores, se trata de llegar al final.
  • La libertad personal o autodominio es importante para ser libre. De lo contrario se es prisionero de uno mismo
  • Haga las cosas porque quiere. Rechace de su vida los sentimientos negativos, y piense en grande.

Valores en el Trabajo (algunos aspectos) 2>

LEALTAD:

  • La persona leal, lo es con la familia, con la empresa y con la sociedad.
  • Hablar mal de una persona que esté o no esté presente, es una falta de lealtad para esta persona.
  • Pertenencia es “ponerse   la camiseta”, lo cual significa trabajar como si la empresa fuera propia.
  • El compromiso y la lealtad son recíprocos: de la persona hacia la organización y de la empresa hacia el personal.
  • Compromiso significa solidaridad para con todos: colaboración, ayuda mutua… La unión hace la fuerza: Hoy por mí, mañana por ti.
  • El empeño por conservar y mejorar el buen ambiente es una manifestación de lealtad. Por esto declare la guerra al rumor, a la habladuría y al chisme.
  • Al corregir, cuando sea necesario, hágalo como le gustaría que lo hicieran con usted. Hable de forma directa y clara, pero con delicadeza.
  • Siempre que se pueda corrija personalmente.

CONFIANZA:

  • Sentir que se confía en uno es la motivación mayor que tiene la persona para llevar con responsabilidad y bien.
  • La desconfianza genera ansiedad y mueve a la simulación.
  • Es sano y necesario confiar en la gente; pero simultáneamente se debe emprender una acción educativa y bien pensada, para que todos sepan qué hacer y por qué hacer su tarea concreta.
  • Además de confiar en los demás, se precisa tener confiabilidad; es decir: ser digno de la confianza de los demás. Se logra haciendo bien el trabajo y viviendo con lealtad personal.
  • Hay que descubrir en los demás lo positivo que tienen, sus posibilidades futuras y las capacidades que pueden desarrollar. Para esto conózcalos bien, ponga metas y confíe en ellos.
  • No se trata de ser ingenuos, pero puede convenir: confiar, comprender, disculpar y perdonar (olvidando la ofensa).
  • Ser compañeros es estar dispuesto a ayudar, cooperar, compartir, ser solidarios. Ser amigos supone, además, querer lo mejor para el otro y estar con ellos “en las duras y en las maduras”.
  • Si usted manda sobre alguien, debe lograr que haga las cosas por convicción y por compromiso personal, como consecuencia de los principios que se quieren vivir. Por eso dirigir es educar.

Fundación Hogares: Cambiando el mundo juntos 2>

La rápida ampliación de las ciudades del país a pesar de ser una señal positiva del progreso crea sus propias problemáticas, la construcción masiva de vivienda social ha producido zonas marginales y vulnerables en las periferias, nuestros protagonistas del día de hoy Fundación Hogares IAP se encargan de combatir esto mismo.

Es importante el entender cómo se producen estas zonas, no es la expansión urbana en sí misma la que las produce, sino que está misma expansión sumada a factores como la privatización de tierras, la industrialización del siglo XX y la falta de planeación a largo plazo han agravado a las zonas vulnerables e incluso llegando a crear más de ellas.

Estas zonas marginadas se suelen caracterizar por su inseguridad, segregación socioespacial, falta de servicios básicos y cohesión social, escasez de redes de apoyo e infraestructura, deterioro de espacio público, injusticia ambiental, entre otros.

Aunque se ha tratado de luchar contra esto mediante más construcción de vivienda social en las periferias, suele fallar debido a la ignorancia de su planeación en cuanto a su entorno, siendo edificadas sin pensar en las necesidades de habitar de las personas y los efectos del cambio climático. Aquí es donde entra Fundación Hogares quienes buscan el resignificar está infraestructura y regresarles autonomía y control a sus habitantes.

Fundación Hogares

Fundada en 2010, la Fundación Hogares explica su misión de la siguiente forma: “Promover la participación y el compromiso social para construir comunidades capaces de resolver sus necesidades y mejorar el lugar en el que viven.”

Lo que busca esta OSC es el reconstruir en base a las necesidades y condiciones de la población que apoya, para ellos siendo esencial que las personas sean el foco principal de la planificación urbana.

Debido a esto mismo su trabaja se caracteriza por espacios públicos accesibles, inclusivos, sostenibles y seguros, promover la interacción entre las personas para fortalecer las redes de apoyo y empoderar a las comunidades para gestionar su entorno, y un diseño enfocado al ambientalismo.

No sólo se busca una vivienda más digna, sino que también la creación de una comunidad sana qué pueda nutrir a sus miembros.

Han trabajado en estados como Baja California Norte, Sonora, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, Jalisco, Guerrero, CDMX, Estado de México y Yucatán.

¿Cómo apoyar?

Hay varias formas de ayudar, puede ser vía donación monetaria mediante su página web (https://fundacionhogares.org/dona-fh/), donación en especie o mediante su programa de voluntariado corporativo.

Contacto:

  • comunidad@fundacionhogares.org
  • 55 50 14 99 41
  • Porfirio Díaz 40 Insurgentes San Borja, Benito Juárez, 03100 Ciudad de México.

ALEGRÍA Y CRECIMIENTO EN EL TRABAJO 2>

Como directivo, el trabajo principal es hacer que ocurran las cosas, lograr resultados, en el que todo mundo salga beneficiado (aunque, a veces, alguien tenga que “pagar los platos rotos”). Por este motivo, lo primero consiste en lograr los resultados necesarios, a la vez que dignificamos a las personas. Si actuamos de otra manera, el trabajo resulta contraproducente, porque “no todo lo que brilla es oro”.

Si reducimos nuestra actividad a sólo conseguir resultados económicos, el trabajo perderá su medio para perfeccionar nuestra personalidad y servir a los demás. Por ej: uno puede ser generoso si existe otra persona, porque puede darse y ayudar. Para este intercambio, existen cinco ámbitos básicos, que tienen una jerarquía. El primero incluye a los otros: 1) Dios; 2) familia; 3) trabajo; 4) amigos, y 5) la sociedad.

Un orden sano y vital consiste en realizarse con la esposa y los hijos, ser exitoso en el trabajo y mantener amistades profundas. Si quitamos a Dios de nuestras vidas, hemos equivocado el camino

Los resultados son parte esencial de todo trabajo productivo. Precisamente porque se trabaja por amor (no por deber), debe haber resultados: son parte esencial e integral de todo trabajo. No tener resultados, por no haber puesto los medios, equivale al fracaso e inutilidad.

Para conseguir el crecimiento sin límite en nuestro trabajo se requiere: producir los resultados necesarios para lograr lo esencial en el trabajo actual. Ello implica rechazar fantasías, excusas, lamentaciones, dilaciones y desviaciones. Aunque las cosas nos llegan como son, uno necesita corregirse continuamente.

Se sugiere lograr los resultados minuto a minuto. Esto podríamos expresarlo así: “En este momento estoy trabajando tan bien, como me es posible hacerlo; el día de hoy es cuando vence el plazo y hoy debe quedar terminado”. Es decir, cuidar la oportunidad y saber terminar las cosas.

Sin un   trabajo acabado, cuidado en los detalles, el resultado obtenido será marginal. Escribió San Josemaría: que el heroísmo del trabajo está en “acabar” cada tarea (cfr. Surco, n.488). Sin los resultados, todo lo que se hable de crecimiento, avance y mejora es una ilusión.

Por ello, la actitud adecuada es la lucha, tamizada por el amor (con obras, no solo deseos). Si no se logran los resultados, hemos de descubrir la causa y corregir la desviación, reforzando tanto el orden interno personal como el orden propio de la tarea.   Aunque esté uno retrasado en el avance, lo logrado cuenta: ya habrá eliminado las fantasías y errores.

Lograr los máximos resultados en la  tarea que se nos asigne. Esto requiere tomar como propia la tarea y ponerle el ingrediente de la alegría. La alegría es parte integrante del trabajo. Una persona triste, es muy probable que produzca un “triste trabajo”.

Realizar la tarea por amor –como hemos dicho- y hacerlo porque se nos pega la gana, es decir, porque uno quiere y no como algo impuesto desde fuera. Y aplicar la habilidad de concentrarse siempre.

Concentrarnos para seleccionar los elementos esenciales del trabajo; descomponer cada elemento en sus tareas claves, y convertir cada tarea, en un trabajo acabado al detalle.

Los resultados máximos provienen de anticipar qué es lo que va a resultar necesario y tenerlo preparado antes de que se vuelva necesario. Es decir: la sagacidad o prontitud para poner los medios. Esto es más que concentrarse en lo esencial de hoy: es, asegurar hoy los recursos que serán esenciales para mañana.

Siempre hay que tomar el l trabajo como un medio que nos permite perfeccionarnos y como un modo de servir a los demás, y estaremos siempre alegres cuando trabajamos. Si tenemos fe, hacerlo primero para la gloria de Dios. La alegría que produce el trabajar bien y con rectitud de intención, pone en olvido la fatiga.

SUPERAR RASGOS PERSONALES QUE LIMITAN EL TRABAJO COTIDIANO 2>

Nunca imponga. Gane en empatía con la gente, y consiga –si es preciso, trabajando en equipo-  objetivos precisos y predeterminados. Siempre que sea posible dirija colegialmente. Así obtendrá el apoyo de la mayoría y las decisiones podrán ser más acertadas.

Descubra –si es necesario preguntando- y ayude con soluciones acertadas las preocupaciones de las personas que dependen de usted o estén relacionadas con la labor que lleva a cabo. Suele ser que La persona sea más importante que las cosas.

Identifique los rasgos que bloquean la eficacia en el trabajo y sustitúyalos por otros que potencien el logro. Es oportuno enterarse cómo nos ven los demás. Pero no hemos de hacer caso al “que dirán”. Lo importante es lo que está bien.

Será más fácilmente escuchado si no echa las verdades a la cara a las personas. Siempre que sea posible corrija en privado, en forma firme y sin humillar, animando a superarse.

Es imprescindible trabajar -sin miedo a las personas o a las cosas-  para ir limando las debilidades personales. Es ineludible y provechoso modificar la propia conducta, para ajustarla a los cambios de condiciones personales y/o de trabajo.

Le ayudará tener presente el trabajo de escritorio y acabarlo: asuntos, notas, orden administrativo, etc. Lea y estudie los papeles una sola vez –y si se hace necesario repáselos varias veces, hasta tener una idea clara de las cosas-, y siga adelante.

Pensar primero, y luego hacer, nos permite producir más y mejores resultados, eliminar contratiempos y nos prepara para un futuro crecimiento. Hay que procurar que el consejo o la asesoría ayude siempre a la toma de decisiones.

Reflexionar y pensar, es imprescindible para aprender cómo utilizar una destreza o capacidad que nos lleve a una eficacia cada vez mayor. Y luego aprender cuándo no debe usarse.

Además de trabajar bien, es necesario saber tratar con respeto y delicadeza a la gente.

Para asumir la responsabilidad de decidir y tomar decisiones acertadas, se necesita, como hemos dicho, adquirir experiencia y tomar consejo, que lleven a decidir acciones que tengan el mínimo de consecuencias adversas, y que sean claramente acertadas, y si es posible mejor que lo planeado.

Es ineludible aprender a responsabilizarse cuando las decisiones salen mal, y aceptar las consecuencias. para luego corregirse e ir por el camino atinado. 

Cada ascenso pide esforzarse por abandonar algo que ya no sirve, e implica la flexibilidad por  aprender una conducta nueva, que refuerce lo anterior. Siempre aprender de modo constante.