Sin duda, es arduo comprender lo que no se puede negar porque en efecto “el dolor duele” en expresión de C.S. Lewis, y en ocasiones mucho. Porque en el paso por esta vida no faltan los tragos amargos, las duras pruebas, y porque todos hemos experimentado situaciones difíciles y desagradables
Esta afección crónica causa dolor en todo el cuerpo y fatiga, principalmente. Las personas que la padecen pueden ser más sensibles al dolor que aquellas que no la tienen, considerándose una percepción anormal al dolor.
Reconocer lo doloroso es importante, aunque no es lo mismo que ignorar su padecimiento, eso es adecuado, pero se ha de combatir para que no paralice el actuar en el futuro. La pandemia actual supera cualquier acontecimiento anterior, por eso ahora es preciso afrontar la tristeza, pero tratar de salir de ella lo más pronto posible.
Estos días de internamiento en el hospital, pude reflexionar sobre la fragilidad de la naturaleza humana, el sentido del dolor y el sufrimiento.
El mensaje cristiano sobre la muerte y la resurrección se alza como una potente alternativa para no ocultar la muerte y tener una esperanza con fundamento.