Para ello es necesario ponerse unos objetivos claros que lleven a querer más a los demás, especialmente a los más próximos. Se trata de hechos, no sólo de buenos propósitos, aunque a veces no lo consigamos.
No le eche la culpa al otro, ni se evada. Mantenga una actitud de responsabilidad personal, y nunca se lamente. Piense: ¿qué puedo hacer para mejorar esta situación? ¿Qué depende de mí? ¿Qué de los otros?
En este ámbito, Fundación Salvemos la Familia AC comenzó desde 1998 a tomar acciones en pro de las familias, constituyéndose en febrero de 2001 como asociación civil.
La amistad auténtica es tan importante, que es preciso cuidarla como si fuera un tesoro gigantesco. El mundo puede venirse abajo, pero la amistad verdadera no puede perderse nunca.
La amistad implica amor y comprensión, más que en recibir es darse. Sólo Dios no necesita del amor de nadie, porque es Amor. La amistad “es la premisa indispensable para lograr captar la realidad de la vida y alcanzar la consiguiente plenitud existencial” (J.B. Torelló. Psicología abierta).