
Debemos amar a las personas como son, incluso sus defectos: si los queremos de verdad, desearemos que el amigo supere los defectos. Es sintomático -de la verdadera amistad-, manifestarle esos defectos en una conversación sincera e íntima.
Debemos amar a las personas como son, incluso sus defectos: si los queremos de verdad, desearemos que el amigo supere los defectos. Es sintomático -de la verdadera amistad-, manifestarle esos defectos en una conversación sincera e íntima.