
Debemos amar a las personas como son, incluso sus defectos: si los queremos de verdad, desearemos que el amigo supere los defectos. Es sintomático -de la verdadera amistad-, manifestarle esos defectos en una conversación sincera e íntima.
Debemos amar a las personas como son, incluso sus defectos: si los queremos de verdad, desearemos que el amigo supere los defectos. Es sintomático -de la verdadera amistad-, manifestarle esos defectos en una conversación sincera e íntima.
Por cierto, Bernard Shaw fue el célebre dramaturgo que escribió “Pigmalión” entre otras muchas obras y que fue llevada a la pantalla con ese mismo nombre y la versión posterior se tituló: “Mi Bella Dama” (“My Fair Lady”, 1964).
Saben que el trabajo realizado y evaluado como un valor, y como una oportunidad para desarrollar los propios talentos trasciende como aportación a la familia y a la humanidad: esto nos hace más valiosos.
Muchos jóvenes imitaron a Elvis y al joven actor en boga, James Dean, en sus modos de vestir con chamarras negras de cuero, el largo copete con vaselina, pantalones de mezclilla ajustados, porque se habían convertido en los ídolos de esa década.
Nosotros mismos y la realidad no los podemos separar. El espíritu de conquista está en mejorar, para ser útiles a las personas y optimizar las cosas. Concéntrese en lo que pueda hacer, en vez de pensar en lo que no puede hacer.