En México, debido a los protocolos de salud, un bebé con parálisis cerebral recibe su diagnóstico después de los dos años de vida. En la primera infancia, que va de los 0 a 2 años, es cuando el cerebro se encuentra en las mejores condiciones para generar habilidades compensatorias o disminuir efectos condicionantes de esta discapacidad, gracias a la plasticidad cerebral.
Un factor importante de este padecimiento es que se comporta por medio de “picos de actividad”. Esto quiere decir que puede haber periodos en el que la persona que lo padece no presente ningún síntoma y pueda vivir su vida de manera normal, libre de dolor crónico.
Esta institución se caracteriza por su calidad humana, y es por esto, que conoce la importancia de cuidar la salud emocional de sus pacientes, por lo que brinda ayuda emocional durante la vivencia y la superación del tratamiento.
En 1991, la OMS, junto FID, instauraron el 14 de noviembre como el Día Mundial de la Diabetes frente al aumento de casos de que comenzaban a diagnosticar.
El proyecto parte de la hipótesis de que el incremento en la calidad de la atención y cuidado inclusivo dirigidos a las niñas y niños con discapacidad, combinado con una adecuada intervención temprana, propiciará la reducción de la transmisión intergeneracional de la pobreza y de la exclusión.