
La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental; y ha quedado demostrado que quien vive con esta condición al ofrecerles las herramientas adecuadas, pueden progresar significativamente y salir adelante ante cualquier adversidad.
La discapacidad intelectual no es una enfermedad mental; y ha quedado demostrado que quien vive con esta condición al ofrecerles las herramientas adecuadas, pueden progresar significativamente y salir adelante ante cualquier adversidad.