Conservan y hacen crecer el sentido de responsabilidad en ayudar a sus prójimos.
Saben prever. También actúan para resolver los problemas conforme se les vayan presentando. Aceptan y desean responsabilidades.
Hasta la persona más inteligente, necesita concentrarse en sus objetivos. Aquello en lo que reiteradamente me concentre, lo iré construyendo hasta hacerlo realidad.