
Despertar cada día con el corazón lleno de amor, dispuesto a la lucha y a darse a los demás. Cada cosa que se nos presente, adversa o no es una invitación para aprender y una oportunidad para superarse.
Despertar cada día con el corazón lleno de amor, dispuesto a la lucha y a darse a los demás. Cada cosa que se nos presente, adversa o no es una invitación para aprender y una oportunidad para superarse.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) decidió regresar a Noruega, país que permaneció neutral durante esa conflagración. Ahí recibió un importante apoyo económico como escritora mediante una pensión vitalicia. Con esa ayuda pudo sostener a sus hijos y dedicarse por completo a escribir.
Quizá la primera cualidad del líder consista en un apasionado amor por la verdad, como requisito para entender de qué problema se trata y entonces estar en condiciones de resolver el cómo.
Me llama la atención que el reconocido pedagogo, David Isaacs, en su libro “La Educación en las Virtudes Humanas y su Evaluación” ponga como primer capítulo “La Educación en la Generosidad” y afirme: “Esta virtud actúa en favor de otras personas desinteresadamente, y con alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de la aportación para esas gentes, aunque cueste esfuerzo.”
El problema es complejo, e intervienen gran cantidad de factores: pero sólo dos de ellos influyen de modo decisivo: la carencia de hábitos de estudio, y el afán -con espíritu de servicio- para superarse continuamente en el trabajo.