
Una nación dividida es semejante a una familia rota: lo que debería ser paz, tranquilidad, orden, cohesión y sosiego, se puede transformar en guerra, intranquilidad, desorden, dispersión y ansiedad
Una nación dividida es semejante a una familia rota: lo que debería ser paz, tranquilidad, orden, cohesión y sosiego, se puede transformar en guerra, intranquilidad, desorden, dispersión y ansiedad
La adquisición de habilidades va acompañada de adquisición de virtudes: que son las fuerzas de las personas. No es aconsejable separarlas, así cuándo trabajamos bien podemos crecer en sinceridad, porque reconocemos que hay cosas que no hacemos y podemos mejorar, y cosas que hacemos bien y que podemos enseñar.
No existen soluciones “mágicas” o “fáciles”. Pero empiece por usted mismo: respétese, apréciese y piense dignamente, y así tendrá un comportamiento digno. Dignidad es sentir un gran aprecio por uno mismo y por los demás.
La amistad implica amor y comprensión, más que en recibir es darse. Sólo Dios no necesita del amor de nadie, porque es Amor. La amistad “es la premisa indispensable para lograr captar la realidad de la vida y alcanzar la consiguiente plenitud existencial” (J.B. Torelló. Psicología abierta).
No podemos separar a nosotros mismos y a la realidad. El espíritu de conquista está en perfeccionarnos, para perfeccionar a las personas y a las cosas. Concéntrese en lo que pueda hacer, en vez de pensar en lo que no puede hacer.