
La experiencia señala que un pueblo se sostiene en pie, únicamente si el número de los hijos es de tres o cuatro por familia; el número ha de ser mayor si se quiere que aumente la población.
La experiencia señala que un pueblo se sostiene en pie, únicamente si el número de los hijos es de tres o cuatro por familia; el número ha de ser mayor si se quiere que aumente la población.
Es preciso renovarse cada uno -cada día- con la renovación interior, ser mejores, perfeccionar las virtudes humanas: lealtad, sinceridad, sencillez, laboriosidad, amistad, amabilidad, etc. y pedirle a Dios que nos aumente las virtudes sobrenaturales: fe, esperanza y caridad.
Una persona madura sabe controlar la ira y superar las diferencias sin violencia y destrucción. Esto requiere la libertad o el temple de rechazar un placer momentáneo en aras de una felicidad duradera. Es decir, tener paciencia.
La democracia es la necesidad de inclinarse cada vez que sea necesario ante la sana y positiva opinión de los demás.
Querer gobernar siendo personalmente desordenado, es tan absurdo como querer escuchar la grabación de una aria de ópera interpretada por un mudo.