Anunciación.- En ésta época comienzan a revolotear por el cielo, pequeñas sustancias, invisibles a simple vista, que suponen una amenaza para el 15% de la población a nivel mundial: el polen. El polen supone un auténtico sufrimiento para que aquellos que tienen reacciones alérgicas al inhalar estas diminutas partículas.
Los síntomas que con mayor frecuencia presentan las personas alérgicas al polen son a nivel de mucosa ocular y respiratoria:
En los ojos se presenta Comezón intensa, lagrimeo, ojo rojo, parpadeo continuo y ardor, con complicaciones tan severas como cataratas. En la nariz: comezón, escurrimiento nasal, estornudos constantes, y obstrucción nasal. En los bronquios: tos constante, dificultad para respirar y silbidos en el pecho.
Por lo  que proporcionamos algunos consejos para evitar este tipo de situaciones:
Evitar estímulos como desodorantes ambientales, olores irritantes y penetrantes, humo del tabaco y contaminación. También a los esfuerzos físicos. Así como cortar el césped o ponerse cerca de el recién cortado.
La mayor producción de polen tiene lugar entre las 5 y las 10 de la mañana y de 7 a 10 de la noche, por lo que es recomendable evitar actividades al aire libre en estos horarios.
En cuanto al tratamiento médico contra la alergia al polen, es el pediatra junto con el alergólogo quienes deben prescribir el tratamiento y los medicamentos necesarios.
Por ello, es muy importante que si su hijo presenta alguna de estas molestias recurra a un centro especializado como el Consultorio de Asma, Alergia e Infecciones de Repetición. Número telefónico: 5662 5006

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