
Las personas con discapacidad motriz y cognitiva enfrentan barreras significativas para su vida diaria, como la dificultad de desplazarse, comunicarse, aprender e incluso acceder a servicios básicos. Estas limitaciones afectan no solo a quienes la viven sino también a sus familias, quienes muchas veces se sienten solos ante la falta de apoyo por parte del sistema. Es por lo que el compromiso social se vuelve vital para construir entornos accesibles para todos.
Padres y Compadres IAP nace en 1992 en Mazatlán, Sinaloa, como una respuesta ante esta necesidad. Tres madres llenas del deseo de mejorar la calidad de vida de sus hijos con discapacidad toman la decisión de capacitarse y en conjunto con especialistas nacionales e internacionales dan vida a un acto de amor que hoy en día se convirtió en una institución formal con un impacto positivo para la comunidad.
Desde su consolidación en el año 2005, la asociación ha crecido en estructura, servicios e infraestructura, un ejemplo de ello fue la construcción de un centro de rehabilitación. Hoy en día la fundación ofrece programas de atención integral para niños, jóvenes y adultos con discapacidades motrices y cognitivas, con el fin de fomentar su autonomía, independencia y la inclusión social. Los servicios que ofrece son equinoterapia, estimulación multisensorial, educación especial, terapia física y actividades recreativas, todo adaptado a las necesidades de cada beneficiario.
A través de los talleres y capacitaciones para padres y tutores se promueve la participación de la familia en el proceso de rehabilitación. Además, cuenta con una estancia infantil, una clínica de rehabilitación y la entrega de dispositivos de movilidad para quienes lo necesiten, reforzando su enfoque integral.
La fundación también desarrolla programas para adolescentes y jóvenes con el objetivo de facilitar su integración y desarrollo personal. Gracias a este acompañamiento se ha logrado que los beneficiaros avancen hacia una vida más digna, plena y participativa reafirman el compromiso por la inclusión, educación y la equidad.
Sin embargo, para que estar labor continúe es necesaria la participación de la sociedad, las donaciones permiten mantener y expandir los servicios, la contratación del personal capacitado, la mejora de las instalaciones y la atención a más familias.
Cada donativo marca la diferencia. Padres y compadres IAP extiende una invitación en general a sumar esfuerzos y lograr acciones de alto impacto en la vida de quienes lo necesitan. Juntos se puede construir un mundo más justo, accesible y solidario.