
En la Francia laicista y atea del siglo XIX, gobernaba Napoleón III, Presidente de la Segunda República, que era bien conocido por estas ideologías y su anticlericalismo, heredado de la Revolución Francesa.
En la Francia laicista y atea del siglo XIX, gobernaba Napoleón III, Presidente de la Segunda República, que era bien conocido por estas ideologías y su anticlericalismo, heredado de la Revolución Francesa.