La historia comenzó cuando el Dr. Gonzalo Cosío Ducoing, médico y pediatra, se enfrentó con la problemática de atender a niños enfermos y abandonados en el Hospital General de México, ante esto, en 1957, decide crear una Asociación de Beneficencia para que esos pequeños tuvieran un lugar donde ser acogidos y atendidos con amor.
En Casa Betti, los adultos mayores encuentran un segundo hogar, donde hacen amigos, amigas, y aprenden diversas actividades que los mantiene activos y alegres.
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