Tag

amor Archivos - Somos Hermanos

Cada familia es única e irrepetible 2>

Mike Kuri y Dani Nolla, son uno de los tantos matrimonios que asistieron al segundo Congreso Internacional de las Familias, tendría que verlos, con más de tres lustros de casados, son jóvenes, llenos de sueños y vitalidad, Dani muy guapa, Mike un tipo bien plantado. Ella estudió Arquitectura y de momento la ejerce construyendo una familia de 4 hijos, él tiene un próspero negocio de comidas y banquetes llamado Cedrela Banquetes.

No son ni ellos ni ninguno de los matrimonios que asistieron al congreso un matrimonio modelo, simple y sencillamente porque no los hay, así como tampoco hay matrimonios buenos ni matrimonios malos porque cada matrimonio es único, inigualable e irrepetible.

Dani y Mike sin ser expertos en familia lo son porque viven la suya y con ellos charlamos sobre como mira una familia a la familia, qué es una familia, cómo funciona una familia, por qué todos los papás discuten y pelean, cuáles son los desafío y retos de toda familia y finalmente los valores que debe preservar siempre si quiere prevalecer en el tiempo y salir a flote.

Para Dani la familia es espacio seguro lleno de confianza, amor y apoyo mutuo, donde los integrantes pueden ser ellos mismos sin juicios ni condiciones.

La familia como refugio emocional representa un espacio sólido donde sus miembros encuentran paz, apoyo y amor incondicional. Según los entrevistados este concepto se refleja en varios aspectos clave: confianza y aceptación, donde cada uno es amado por lo que se es, no por lo que se tiene o hace, es decir en la familia no hay mejores y peores, buenos y malos, todos son parte de ella y por lo mismo amados y aceptados.

En los momentos difíciles de la vida por los que todos pasamos -crisis emocionales, retos, fracturas, problemas de salud…- la familia actúa como un pilar de fortaleza y consuelo. Esta conexión se traduce en consejos valiosos y un sentido de pertenencia.

Dani y Mike tienen 4 hijos y sienten que con esfuerzo y a trompicones van logrando que su hogar sea un refugio emocional que da seguridad y fortaleza a sus hijos y a ellos mismos para enfrentar las turbulencias del mundo externo.

Para Dani el amor, el respeto y la disciplina son los valores más importantes a cuidar en el hogar, Mike insiste en que la diversión es fundamental. Me encantó la ecuación que da lugar al juego y a la alegría.

Debo confesar, amigos lectores, que hubo lágrimas -¿en qué hogar no se han derramado?- cuando hablamos de los tsunamis y momentos críticos por los que toda familia atraviesa, en el caso de Dany y Mike confiesan, la fórmula mágica que les resulto, fue la que han   usado el 90% de las familias: apoyo mutuo y confianza en Dios.

Quien piense que en su familia los problemas no tienen solución, se equivoca, lo que a los Kuri les ha sucedido, pasa -en mayor o menor medida- en todas las familias.

Primero un problema severo de fertilidad, más tarde un hijo con un diagnóstico muy delicado de salud y finalmente el papá que se moría, más de un mes en terapia intensiva.

Eso y más, pero mis entrevistados estaban en el Congreso buscando el modo de ser mejores esposos, mejores papás. Ninguno de los problemas que hemos tenidos son ajenos, con todas sus variables, a las familias que están en el Congreso, familias más o menos normales que se quieren, de disculpan y tratan de superar todos los días sus diferencias.

Las lecciones aprendidas después de esos tsunamis, que comparten con las familias del mundo son: la fe como ancla, luego el amor de uno al otro y del otro al uno, el apoyo mutuo y contar con una red de familiares y amigos fue crucial para superar las dificultades y finalmente la perspectiva, reconocen que los retos, aunque dolorosos, pueden ser oportunidades para crecer y encontrar nuevas formas de enfrentar la vida.

Por último, están el compromiso y la persistencia, aseguran los Kuri, son clave para superar conflictos y consolidar relaciones duraderas, porque puede haber pleitos, discusiones, desacuerdos y hasta enojos o gritos, pero todo eso se supera, yo -me confesó Mike- a pesar de los enojos y corajes, jamás he pensado en mi vida fuera de la familia.

Al terminar los Kuri recomendaron a las nuevas generaciones al momento de formar una familia que tengan presente que habrá momentos difíciles y que el compromiso implica priorizar los lazos familiares sobre cualquier obstáculo o conflicto, en palabras de Mike, incluso después de desacuerdos y conflictos, el compromiso asegura que ambos trabajen para encontrar soluciones y mantenerse unidos.

Finalmente aseguran, es una enseñanza para los hijos que los padres se miren, se entiendan, se disculpen y salgan adelante a pesar de los pesares.

La Auténtica Amistad (1 de 2) 2>

Para encontrar un amigo, lo primero es interesarnos por algo en común: y más tarde o más temprano –con el trato mutuo-  surgirá la amistad. Los amigos se miran a los ojos, porque existe confianza mutua: ¡Qué bueno que existas!

¿Y la antipatía?

Depende de uno. Cuando se dan cuenta de que en verdad se quieren, la antipatía desaparece. Es uno de los modos de manifestarse el amor mutuo.

Los hombres coaligan sus vidas para cumplir una misión.

“¡Pobre del que está solo, que si cae no tiene quien le levante!” (Anónimo). En vez de tener un amigo, ¿no sería mejor no tener a nadie? Esto es la soledad, totalmente opuesta a un amor limpio.

La amistad implica amor y comprensión, más que en recibir es darse. Sólo Dios no necesita del amor de nadie, porque es Amor. La amistad “es la premisa indispensable para lograr captar la realidad de la vida y alcanzar la consiguiente plenitud existencial” (J.B. Torelló. Psicología abierta).

 El hombre es un ser indigente e inacabado, abierto a Dios y a los demás. La persona humana, como ser creado es susceptible de perfeccionamiento. Nadie se perfecciona solo, intervienen en su vida: las cosas, los hechos -sobre todo- las personas.

Si cada uno de nosotros no es Dios, está claro que no nos bastemos para alcanzar por sí mismo la perfección a la que hemos sido llamados. Pero no basta saberlo, es imprescindible, que estemos profundamente convencidos.

“En el amor de amistad, el amante está en el amado en cuanto juzga como suyos los bienes o los males del amigo, y la voluntad de éste como suya de modo que parece sufrir en su amigo los mismos males y poseer los mismos bienes” (Santo Tomás de Aquino).

“En un cristiano, en un hijo de Dios, amistad y caridad forman una sola cosa: luz divina que da calor” (san Josemaría Escrivá, Surco, n.565). “No basta ser bueno, has de parecerlo. ¿Qué dirías de un rosal que no produjera más que espinas” (Surco, n.735)

“Dios busca colaboradores de Él, en la tarea de nuestra salvación: Del amor de Dios, se origina una dimensión de amor entre los hombres, participación del amor divino. Quien no ama a su hermano a quien ve, ¿cómo amará a Dios a quien no ve?  Nadie tiene amor que supere a éste: dar uno la vida por su amigo” (cfr  Jn 5, 13-14).

“El amigo es otro yo. Sin amistad el hombre no puede ser feliz” (Aristóteles). “El verdadero amigo es aquel que a pesar de saber cómo eres te quiere” (Anónimo).

“El que tiene un amigo verdadero puede decir que tiene dos almas” (Anónimo). “Una de las alegrías de la amistad es saber en quien confiar” (Alejandro Manzoni). Hay un proverbio que dice: Un amigo que deja de serlo, es que no lo ha sido nunca.

Multipliquemos nuestros talentos 2>

Vivir quiere decir enfrentarse a dificultades. Y enfrentarse a dificultades es lo natural: este afrontar la realidad es quizá el primer acto de alegría en la vida del hombre. Porque o estamos siempre alegres o nos aniquila la tristeza.

Admitir que podemos estar tristes es un acto de madurez; pero admitir la tristeza como hábito, nos lleva a la autodestrucción si no reaccionamos a tiempo, retornando a la alegría. Hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios, y Dios es un ser infinitamente alegre, que reparte sus dones a quienes están abiertos a Él.

Es cierto que alcanzar nuestros objetivos, implica trabajo. Y el trabajo solemos asociarlo con el esfuerzo, con el dolor del aprendizaje, pero también con el gozo y la felicidad, porque trabajo significa poder, crecimiento personal, multiplicación de nuestros talentos, forja de la personalidad, fuente de sustento, contribución al progreso de la humanidad, servicio a los demás.

Con el trabajo construimos nuestro futuro, de tal modo que el trabajo bien hecho, viene a convertirse en nuestro principal capital. Más aún, lo que hacemos en el presente, eso cosecharemos.

Es preciso responder a las dificultades con actitudes equilibradas: amor, sabiduría, lealtad, sinceridad, firmeza, justicia, amabilidad, paciencia, constancia, fortaleza, prudencia.

El trabajo implica un buen manejo del tiempo, de tal modo que hagamos más, con menos recursos. En muchas ocasiones se comienza a trabajar con lo que se tiene, sabiendo que pronto vendrá la multiplicación a causa de nuestros esfuerzos.

Paradójicamente, las personas que objetivamente no tienen tiempo, son las que sacan tiempo para todo lo que implique mejora personal o ayuda al prójimo. Tal parece que tienen el prejuicio psicológico de pensar siempre en los demás, y su generosidad las hace eficaces y felices.

No postergan sus deberes ni compulsivamente posponen las cosas. Estas personas prevén, planean, están al corriente y las motivan los valores. Saborean el éxito. Deliberadamente eligen lo positivo, como actitud profundamente arraigada. Se sienten satisfechas, dueñas de sí, guías de su propio destino. Confían en el prójimo, por ello pueden delegar y llegar a más.

Sus emociones positivas les ayudan a reafirmarse en la realidad: a desear el bien de los demás, saben esperar, poseen fe, su risa es inteligente y alegremente contagiosa. Son leales y cercanos al prójimo. Con gran deseo de vivir… No les desanima haber sido machacados por situaciones de pérdida, ven la muerte como un servicio de la vida.

El poder de la autoafirmación

Cinco prácticas que le ayudarán:

1) Utilice técnicas de relajación, para implantar técnicas de autoafirmación. Cuando estamos relajados nos encontramos más abiertos al aprendizaje. Por ejemplo, durante los ratos que anteceden o siguen al sueño crepuscular –o en cualquier otro tiempo del día-, podemos hablar con el Creador.

2)  Utilice la repetición para lograr el éxito. Para iniciar un cambio o disponerse para un suceso futuro, repita afirmaciones propias que le lleven a crecer o a conseguir un cambio en la dirección deseada.

3) Utilice la imaginación y la visualización para ver el cambio. Véase usted mismo cambiado. Cuánto más sentidos empleé, más fácil cambiará. Lo visual, sonidos, tacto, olores, etc.

4) No haga caso de la imaginación negativa.  Ábrase a lo positivo. Solemos vivir demasiado de los recuerdos y muy poco de nuestra imaginación positiva. Si usted lo puede imaginar, usted lo puede hacer.

5) Identifique su defecto dominante, y anótelo para que lo recuerde cuando lo haya olvidado, y continúe cambiando viendo la vida de modo positivo, abierto a la alegría y al olvido de sí, que le llevarán a actitudes creativas e innovadoras.

Tras la amistad 2>

El título de este artículo puede verse desde dos puntos de vista: qué hay detrás de la amistad y el hecho de vivir personalmente la amistad. Estas dos cuestiones surgen pues estamos en el mes donde tenemos un día dedicado a la amistad, y año con año festejamos la relación con nuestros seres queridos.

Por este motivo podemos hacernos varias preguntas y sus respectivas respuestas nos medirán la madurez en nuestras relaciones. ¿Permanecen las mismas amistades y desde cuándo están? ¿Se han incorporado otras y por qué motivo? ¿Por qué ya no están otras?

Es lógico que cuando celebramos esta fecha incluyamos a las personas cercanas de nuestra familia: los padres, los abuelos, hermanos, tíos, primos, amigos entrañables que para nosotros están siempre. Luego añadimos otras personas conforme entramos a nuevos ambientes. También desaparecen algunas y aquí es necesario profundizar en la razón para ver si eso se justifica o no se justifica

Nuestras respuestas han de llevarnos a revisar qué significa para mí la amistad.

La amistad es una manera de vivir la relación con los demás y muestra nuestro grado de madurez en la dimensión social. Se caracteriza por la reciprocidad pues la amistad es el resultado de un sentimiento mutuo, debido a puntos de vista semejantes, coincidencia en modos de ver la vida o de tener proyectos en común.

No es posible explicar la amistad con parámetros formales pues cada amistad es única y propone un camino irrepetible. Algunas surgen muy pronto, otras tardan mucho más. Las hay estrechas y cercanas, otras son más específicas y por lo tanto sólo coinciden en aspectos muy definidos.

Pero toda amistad es un tesoro por basarse en concordancias. Y la concordancia es semejanza en aspectos que anida el corazón, aspectos que amamos, que valoramos, que deseamos perfeccionar, que nos dolería perder.

Por eso. Si al responder las preguntas planteadas al inicio nos damos cuenta que nuestras amistades varían en exceso, hemos de rectificar pues es muy probable que nuestras relaciones humanas sean frívolas y superficiales. Por este motivo podemos concluir que no valoramos como de debe a las personas en toda su profundidad y eso mismo nos lleva a vivir de modo infantil.

La madurez de la persona se alcanza cuando se valora la amistad y se cultiva. Esta actitud lleva a cuidar y mejorar todas nuestras relaciones tanto familiares como extrafamiliares, respetando los modos de ser y respetándonos porque mejoramos en el trato con los demás.

Todos los esfuerzos que hagamos en este terreno redundarán en fortalecer nuestra madurez y en la capacidad de establecer relaciones humanas sólidas y mucho más gratas.

El día de la amistad es una oportunidad para pasar del romanticismo adolescente a la consistencia de adultos que se respeta y respeta a los demás.

Algunas ideas básicas sobre la amistad 2>

El amor es el acto por el cual la voluntad se identifica y se reúne con la alegría y bienestar del otro. La amistad auténtica es la que sabe compartir esta alegría, sin el más leve rastro de envidia. Es amigo aquel que comparte los gozos y las penas. El amigo es el otro: la felicidad y el dolor ajeno, pero hechos propios. Para ser dichoso, el hombre necesita de los otros.

Todas las formas de amor genuino son participación del amor de Dios (cfr  Apc 3, 19-20). Por ello, amar al amigo es desearle que viva en el bien y en la verdad.

Debemos amar a las personas como son, incluso sus defectos: si los queremos de verdad, desearemos que el amigo supere los defectos. La solución nunca está en la violencia, sino animando a mejorar.

Es sintomático -de la verdadera amistad-, manifestarle esos defectos en una conversación sincera e íntima. Es preciso que el amigo se decida a luchar –convenciéndose él mismo- de la necesidad de esa lucha. Esto requiere paciencia y comprensión, siendo exigentes, enfrentando al amigo con la realidad.

El consejo facilita la libertad: aporta nuevos elementos de juicio, que enriquecen las posibilidades de elección. Es el momento de comprender al amigo y estar a su lado, para animarle a superar el obstáculo, sacando el mejor bien posible de los defectos, transformándolos en virtudes. Rectificar siempre es necesario.

El amor abarca a la persona entera. Aunque en la amistad no se da una verdadera intimidad (esta la tendremos solo con Dios), es en el amigo con quien se habla sinceramente y se piensa en voz alta. No obstante, la amistad debe salvarse, aunque no se compartan las creencias.

Si las ideas son opuestas, al menos el afecto debe unir la amistad, porque es mejor esto que nada.

La verdad existe, es inmutable, hay que descubrirla y abrirse a ella:   son los dogmas. No puede cederse en los dogmas, que son verdades centrales. La humildad es la verdad.

“No podemos admitir el miedo a la ciencia, porque cualquier labor, si es verdaderamente científica, tiende a la verdad. Y Cristo dijo: Ego sum veritas (san Juan 14, 16) Yo soy la verdad” (san Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 10)

Lo opinable, son verdades parciales. Los hechos admiten interpretaciones.   Lo que se pide es ser consecuente con lo propio y estar dispuesto a dejarlo si alguien nos convence de lo contrario. Ayudar al amigo. Para ello es necesario de una actitud de olvido de sí mismo y de ayuda al otro. El amor debe prevalecer y centrarse en la persona: “qué maravilla que existas”.