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La muerte en el Judaísmo 2>

LA MUERTE EN EL JUDAÍSMO

Maty Finkelman de Sommer
Centro de Documentación e Investigación de la
Comunidad Ashkenazí de México

Dentro de la tradición judía se aprecia la vida. A pesar de ello, el judío no discute con Dios acerca de la justicia de la muerte, ya que ésta sólo pone fin a la vida material, mientras que el alma comienza una nueva vida en el mundo venidero. Esta seguridad ha proporcionado al judío la entereza para enfrentar la muerte y crear toda una serie de rituales que le permiten manejar una de las crisis más profundas del hombre, conservar la dignidad del fallecido y consolar a los familiares.
El cuidado del cadáver, la preparación del sepelio, y el entierro en sí, son tareas religiosas de carácter sagrado. En toda comunidad generalmente se organiza una “jevrá kadishá”, o sociedad sagrada, compuesta por miembros piadosos de la comunidad. Esta sociedad se responsabiliza de que una persona permanezca con el cuerpo hasta que se le de sepultura, ya que de acuerdo con la tradición judía, éste no debe abandonarse hasta que se realice su funeral.
El cuerpo debe enterrarse lo más pronto posible y los funerales deben de ser muy sencillo para no avergonzar a las personas humildes. Las flores y la música son signos de alegría y por lo tanto, no deben utilizarse en un funeral. El ataúd debe de ser de pino y sin adornos, para enfatizar la idea de que todos los hombres son iguales a la hora de la muerte. Los judíos deben ser enterrados con la misma vestimenta, que consiste en una mortaja o sudario blanco, símbolo de pureza. Los sudarios deben prescindir de bolsillos, lo que significa que el hombre no se lleva consigo ninguna de sus posesiones materiales al morir.
En el judaísmo la destrucción del cuerpo está prohibida por estar creado a imagen y semejanza de Dios. El judío no permite la incineración porque considera esencial el regreso a la tierra de la cual fue creado. “Porque polvo eres y al polvo volverás” (Génesis 3:19).
Durante el funeral se les rasga a los familiares directos una prenda de vestir en señal de dolor y luto. Esta prenda se desgarra del lado izquierdo cuando se trata del fallecimiento de los padres, ya que es el lugar más cercano al corazón. A los demás familiares se les rasga por el lado derecho. Esta prenda debe usarse durante toda la semana de duelo.
Al terminar los servicios del funeral comienza el primer periodo de duelo llamado “shivá”, cuya traducción es siete. Durante una semana los dolientes directos –padre, madre, hermanos, hermanas, hijos y conyugue-, permanecen en el hogar de la persona fallecida ya que se cree que el alma del difunto no abandona el hogar durante los primeros siete días.
Durante la “shivá” los deudos deben sentarse en banquillos bajos, en señal de luto, no pueden cortarse el cabello, ni afeitarse durante un mes, además no pueden realizar ninguna actividad que les proporcione placer. Durante los siete días se realizan servicios religiosos donde se dice el kadish, oración distintiva del duelo judío donde se declara la grandeza del Todopoderoso, además es uno de los pocos rezos del judaísmo que se deben realizar con la presencia obligatoria de un quórum, o sea la presencia de diez adultos.
Es costumbre que en las casas en que están de luto se cubran los espejos, ya que éstos se asocian con la vanidad. Durante los siete días de duelo se encienden velas para ayudar al alma en su viaje al cielo, ya que en la tradición judía las velas son símbolo del cuerpo y del alma y la flama, representa el espíritu que se eleva hacia Dios. Durante esta semana de “shivá” los familiares y amigos realizan visitas de condolencia. Generalmente llevan las comidas para que los deudos no se preocupen por su alimentación.
Al terminar la “shivá” se inicia el segundo periodo de duelo llamado “shloshim” que significa treinta, periodo que se extiende hasta el trigésimo día después del entierro. El duelo se termina durante esta etapa, excepto para los hijos.
El último periodo de luto se extiende hasta los once meses del fallecimiento. Durante este periodo los hijos deben asistir diariamente a la sinagoga para decir el “kadish”. Después del primer año se acostumbra conmemorar el aniversario anualmente con el encendido de velas o veladoras, así como la asistencia de los hijos a la sinagoga para decir el “kadish”.
La lápida se acostumbra a erigir entre los treinta días y los once meses después del entierro. El descubrimiento de la lápida (presentación de la lápida a familiares y amigos) se acompaña frecuentemente de un ritual y servicio religioso.
A pesar de la intensidad de la pérdida, el judío tiene prohibido prolongar el periodo de luto más allá de lo que estipula la ley religiosa.
De acuerdo a la tradición judía la vida es sagrada y por lo mismo, no debe de dedicarse únicamente a la obtención de bienes materiales porque al morir perduran los hechos, las buenas acciones y un buen nombre.

Mi grito hecho poema 2>

MI GRITO HECHO POEMA

TEMA TERCERO LA INFANCIA

Una mirada luminosa cuajada de la ternura que hizo parir mil mundos y engendrar a la esperanza a cuanto existe y a cuanto hay.
Mirada espiritual se concretó en la historia la mirada de unos ojos luminosos tiernos y acariciadores con la fuerza potente del Amor que engendra.
Los ojos de Cristo, como debieron de mirar a los niños y niñas que veían en él, el verdadero amor.
Los poemas, que aquí se expresan contienen; desean contener un eco en mi de la mirada suya.
El primero de estos poemas Amistad de Niños, expresa el anhelo de la amistad de los niños pura y limpia como el nacer de una flor o de una estrella, como base del futuro vivir de su existencia.
El poema secundo refleja la angustia de ese Niño Gris, parido en amargura que nos muestra un ser no hecho o parido a la angustia. Esa angustia del niño, la padezco naciendo la hago mía y así el poema del Llanto expresa la angustia de mi ser, la incapacidad para abrirme a ese niño. La angustia ante la imposibilidad de comunicación con ese ser.
Qué duro, que un niño no pueda fiarse de nadie.
El poema cuarto el Parto, no da idea de la lucha amorosa para partiendo del vacio existencial incrustar en ser nueva base para que pueda abrirse a tu ser humano al parto de su humanidad y de su yo.
Maestro, pedagogo de toda la vida, el alma del poeta se acerca a ese ser marginado social por su insuficiencia de capacidad humana el niño subnormal, y en un acto de amor me identifico con él y expreso su sentimiento.
El sexto poema, se acerca como se acercaría a Dios a ese ser tierno delicado, perla preciosa en humano de los cerdos, flor de estercolero y la mira como un ser inocente en humanos de los monstruos. Es por ello que enternecida el alma, la llamo o la amo, como mi Puta Virgen.

El abrazo 2>

El abrazo

Ese día la muchacha amaneció con ganas de hacer algo para mejorar el mundo. Sabía que sólo contaba con ella misma, y sus enormes ganas de provocar un cambio. No tenía dinero, pero si una gran sonrisa, no contaba con herramientas tecnológicas que pudieran llegar a miles, pero si tenía dos brazos que podían hacer mucho. Así que decidió salir a la calle y abrazar a todo el mundo.
Las sorpresas que se llevaría ella y mucha gente más.

Hubo quién al escuchar el ofrecimiento de un abrazo, se asustó, dudó de lo que esa joven proponía, y decidió no recibirlo. Esos eran los escépticos, que confiaban tan poco en las cosas buenas de la vida que no las tomaban, aunque se las regalaran.
Se topó también personas que quisieron aprovecharse de la situación, y mientras la mujer los abrazaba, intentaban meter mano por otras partes de su cuerpo, o pegarse demasiado a ella, incluso quién intentó besarla. Esos eran los que confundían el cariño puro con el sexo y miraban únicamente la capa externa de las cosas. Pobres de ellos, sus impulsos no les permitían gozar de las cosas bellas. Ellos eran los depravados.
También hubo quién intentó negociar con ella, como si la vida se tratara de comerciar con todo, incluso con aquello que es gratis. Así, le ofrecían cosas a cambio de más abrazos e incluso, le propusieron negociar con los abrazos. Ella los daría, ellos cobrarían y las ganancias serían repartidas entre los dos. Ellos eran los pragmáticos, tan objetivos para todo que desconocen lo que es soñar.
Uno que otro se dejó abrazar, pero sin la intención de recibir un abrazo, sino más bien para permitir que aquella muchacha loca los dejara de molestar, no fuera a ser que los siguiera o al rato les pidiera algo más. Ellos, eran los superfluos, con tanta prisa al ir por la vida que no se detienen a recibir lo que ella les ofrece.

También se encontró la joven con quién pedía antes una explicación. “No me va a hacer más rico, ni más joven, ni me va a regresar a mi perro perdido ni me va a dar la felicidad que he estado buscando, entonces, ¿qué sentido tiene un abrazo suyo señorita?” Ella, que no creía en el poder de las palabras sino en el de los actos, se limitaba a sonreír y abrir sus brazos. Pero ellos, los deprimidos, no aceptaban el abrazo, no se aventuraban a ser felices por un breve instante, si no aseguraban la felicidad eterna, rechazaban este pequeño gesto que por lo menos rascaba un poco la idea de la felicidad.
Hubieron psicópatas que creyeron que el abrazo les robaría el alma, obsesivos compulsivos que no se dejaron abrazar por miedo a ser contagiados de alguna enfermedad, religiosos ortodoxos que dijeron sólo dejarse abrazar por gente de su misma religión, políticos que sólo querían recibir un abrazo si votabas por ellos, pordioseros que sólo querían un abrazo de noche para mantenerse calientitos, racistas que sólo te abrazaban si demostrabas no tener familiares negros, homosexuales o judíos, suicidas que creían que un abrazo los sacaría de este mundo, y muchos muchos niños que querían ser abrazados pero sus padres, temerosos de algún abuso o maltrato, no se los permitieron.

Que difícil es dar un abrazo a la gente, pensó la joven, tan rico que es, tan bello que se siente y tan poderoso que puede llegar a ser. Si la gente se dejara abrazar más seguido, si pudiéramos transmitir con un simple abrazo la inmensidad que llevamos dentro, si lo pudiéramos usar para comunicar el amor fraternal que sentimos por la humanidad, si la gente lo aceptara sin más, seguramente que éste sería un mejor mundo.
La joven entonces se dio un fuerte apapacho a ella misma y se sintió, aunque fuera sólo por un instante, feliz. Tendría que ver cómo hacerle en un futuro para abrazar al mundo entero, pues éste lo necesitaba más que nunca.

CANACOPE festeja 75 años 2>

En el marco de la celebración por los 75 años de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México (Canacope), la institución realizó el primer foro “La Realidad de la microempresa en el Distrito Federal”.

Durante el evento José Juan Rosas Uribe, presidente de Canacope DF, recordó que el trabajo no ha sido fácil, “han ocurrido muchas cosas, no sólo el paso del tiempo, hemos construido con trabajo una institución basada valores y principios”.

Dijo que pese a los distintos sucesos, la Canacope se ha mantenido en unión con los más de 18 mil afiliados, de donde destaca la participación de padres y madres de familia “que realizan un esfuerzo por llevar el pan a casa”.

“Nuestra misión es que todo mexicano tenga la oportunidad de emprender un negocio que permita mejorar su calidad de vida” afirmó Rosas Uribe.

Aprovecho para recordar que gracias al trabajo de Canacope durante 75 años, se ha logrado evitar el pago del impuesto sobre el valor agregado a alimentos, situación que ha beneficiado a pequeñas y medianas empresas en el ramo.

Durante el evento estuvieron presentes José Guadalupe Caudillo Herrera, vicepresidente y Enrique Guerrero Ambriz, Director General, ambos de Concanaco Servytur.

CANACOPE Ciudad de México. Número telefónico 5512-4064

Diseño de campañas de promocion humana 2>

Este espacio ofrece la producción constante del área de Diseño Gráfico de Fundación para la Promoción del Altruismo IAP (FPA) de una campaña en favor de la inclusión social y el bien común.

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