¿Qué opciones tengo y por dónde empiezo?

25 febrero, 2021
Somos Hermanos

Fue Plubio Terencio Africano quien recoge en su comedia El enemigo de sí mismo un proverbio latino que reza: Homo sum, humani nihil a me alienum puto, que quiere decir en español: Hombre soy, nada humano me es ajeno.

Esta frase que a veces resulta difícil de entender porque parece abarcar mucho y nada, en realidad revela que una vez que una persona se conecta con una causa humanista, se conecta con toda la humanidad porque en el altruismo no hay límites.

Sin embargo, puede resultar sobrecogedor tener demasiadas opciones cuando se trata de buscar en qué y cómo involucrarse en una actividad para la mejora de la vida de los otros, por eso conviene ir con calma para encontrar las opciones adecuadas y la institución correcta.

¿Qué opciones hay?

Conocer el amplio espectro de la actividad altruista permite encontrar caminos que quizá no se sabía que existían para favorecer el bienestar de otros. Entre todas esas opciones se puede encontrar aquella que despierta mayor afinidad y facilitar la sinergia entre los interesados en cooperar y las instituciones que ya llevan a cabo esas acciones.

La Junta de Asistencia Privada de la Ciudad de México tiene un listado donde clasifica a las instituciones según su principal línea de trabajo y puede ser una excelente opción para empezar la búsqueda. La clasificación es:

-salud y adicciones,

-personas mayores;

-donantes y prendarias;

-niñas, niños y adolescentes;

-educación, cultura y desarrollo comunitario y,

-discapacidad y rehabilitación

En la página https://tinyurl.com/yaoheogb se puede consultar con detalle cuáles instituciones de asistencia privada se dedican, en concreto, a cada una de estas actividades.

Cabe señalar que hay 15 estados, además de la Ciudad de México, que cuentan con Juntas de Asistencia Privada que se pueden consultar en https://tinyurl.com/ybbtfh6r, para conocer opciones más cercanas.

Dinero, trabajo y toque humano

Estas instituciones de asistencia privada, por supuesto, que no podrían existir sin aquellos que deciden apoyarlas con donaciones económicas. Obviamente, cualquier cantidad es bienvenida siempre; pero a la larga, es preferible que haya un monto y frecuencia fijos. Aunque se trate de cantidades que algunos puedan juzgar pequeñas, siempre suman y, sobre todo, dan la tranquilidad de que se contará con ellas cada mes.

Como en la vida, el dinero no lo es todo: se necesita quien trabaje para lograr los objetivos y planes concretos. De forma voluntaria se puede aportar desde la experiencia profesional de cada persona: asesoría financiera y administrativa, asesoría para el manejo de redes sociales, ayuda en organización de archivos y redacción de informes, traducción de documentos, creación de un directorio contactos profesionales, etc., el cielo es límite se podría decir.

Todo esto sin dejar de lado lo que al final es esencial, el toque humano. En algunas de estas asociaciones de asistencia privada se puede ayudar yendo a escuchar ancianos, contándoles un cuento a los pequeños, aportando presencia y consejo a adolescentes, etc. Como en el caso del dinero, aunque la presencia esporádica aporta, el compromiso formal es sumamente apreciado y da estabilidad a sus destinatarios.

Las opciones y caminos para entrar el altruismo son muchos, seguramente si se busca se podrá encontrar aquella opción que permita forjar una nueva frase “nada de lo humano me es ajeno… porque puse en mi corazón esta causa particular”.

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