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Nacidas para ser amadas. Primera Parte. 2>

“Hombre, amarás a tu mujer; mujer, obedecerás a tu marido”. Efesios 5, 21-33
En este artículo de reflexión, intento hilvanar las palabras de Papa Francisco sobre la mujer y hacer mis propuestas, para la complementariedad entre hombre y mujer, en la vida familiar y dentro de la Iglesia.
Por: Tere García Ruiz
@TRaltruismo tgarcia@somoshermanos.mx

Obedecer significa escuchar con atención. El prefijo Ob se refiere a oposición; así que, ob edire y obaudire, palabras de las que viene “obedecer”, significan escuchar con atención. En este caso, se trata de seguir la pista a la voz del varón, estar atenta a sus palabras, y ser, cuando sea necesario, una “contra positiva”. Esto significa, que a veces será preciso corregirlo, siempre con amor, y ayudarle –con ternura- a reorientar sus pensamientos, hacia la Verdad, la Justicia, la Mesura, el Amor…

Si la traducción bíblica usa, en lugar de “obedecer”, la palabra “respetar”, esta viene del latín specere que significa “mirar”. De ahí que, re-spectus quiere decir “volver a mirar”: no quedarse con lo primero que está a la vista, sino revisar la primera mirada que tenemos sobre algo y volver a mirarlo.

Lamentablemente, durante siglos se puso énfasis en el mandato a la mujer de “obedecer” y “respetar” al hombre, sin explicar lo que esto significa, y se omitió destacar la instrucción al hombre: “amarás a tu mujer”. Con ello, se perdió mucho tiempo en la evolución humana. Pero además, se provocó una gran rebeldía hacia estas enseñanzas y hoy vemos graves consecuencias.

Ahora, ante la necesidad: virtud.
Ya podemos ser más sinceros y aclarar que “obedecer” y “respetar” –en este caso, la mujer al hombre- es escucharlo y mirarlo, con atención, hasta conocer su corazón. Sólo así, ella puede recibirlo y favorecer que la penetre en su totalidad: espiritual, emocional, intelectual y físicamente; pero también, sólo así, gracias a la mirada y escucha activas puede, ella, conocer la profundidad del varón, sus anhelos, alegrías, temores y motivaciones, de modo que con ello, la mujer se capacita para ayudarle a conocerse a sí mismo, a nutrir, cumplir y reencauzar su misión, hasta la meta.

Me gusta que, en el libro “En el cielo como en la tierra”, capítulo 13, en su diálogo con el rabino Skorka, el padre Bergoglio habla de la mujer. Ahí, Papa Francisco reconoce que “muchas mujeres llevan la liturgia de la Palabra, pero que no pueden ejercer el sacerdocio porque, en el cristianismo el sumo sacerdote es Jesús, un varón. Y la tradición fundamentada teológicamente es que lo sacerdotal pasa por el hombre. La mujer tiene otra función en el cristianismo, reflejada en la figura de María. Es la que acoge a la sociedad, la que contiene, la madre de la comunidad. La mujer tiene el don de la maternidad, de la ternurasi todas esas riquezas no se integran, una comunidad religiosa no sólo se transforma en una sociedad machista, sino también en una austera, dura y mal sacralizada.”

Lo mismo podemos decir de la relación de hombre y mujer, en el matrimonio, la familia, los espacios laborales, la empresa y la política. Si la mujer oculta, esconde, minusvalora y minimiza los dones de la maternidad y la ternura, para sustituirlos por los dones masculinos y hacerse ella viril, podemos decir que la mujer deja al hombre privado de un corazón al que él pueda penetrar, y en el que pueda sentirse asegurado, pero también, priva a toda la humanidad, niños, jóvenes y ancianos,  del cariño que da sentido a la vida. Lo dijo papa Benedicto XVI: “Si soy amado es bueno que yo exista” (Dios es Amor). ¿Quién amará y proveerá de amor y ternura si no es la mujer? -Con razón tantos millones de niños abandonados en las calles y los albergues.

No sólo de pan vive el hombre
Por eso, “el hecho de que la mujer no pueda ejercer el sacerdocio no significa que sea menos que el varón. Más aún, en nuestra concepción la Virgen María es superior a los apóstoles”, dice Papa Francisco en el mismo capítulo del libro citado, y agrega: “según un monje del segundo siglo, hay tres dimensiones femeninas entre los cristianos: María, como madre del Señor, la Iglesia y el Alma”.

La Virgen María recibió a Dios en su corazón y en su vientre, parió a quien es la Palabra, y mostró al mundo el Poder de Dios, siempre y evidentemente -obviamente-, por encima del poder de los varones (pero parece que Dios quiso ser muy elocuente para educarnos en la humildad). Así que, como la mujer tiene la gran capacidad de escucha y es la primera anunciadora de la Palabra y el poder de Dios, cuando es engendrado –como Isabel que lo ve en la mirada de María-, cuando nace y se le presenta en el templo –recordemos a Ana-, y cuando resucita –como lo hizo María Magdalena al verlo fuera del sepulcro-; no hace falta que la mujer consagre la Eucaristía; la mujer es una gran escucha y por eso una gran predicadora.

La presencia femenina en la Iglesia no se ha destacado mucho, porque la tentación del machismo no dejó lugar para visibilizar el lugar que les toca a las mujeres de la comunidad”, dice papa Francisco en el mismo libro.
Y podríamos agregar que el varón cayó en la tentación de fijar su atención en la virginidad de María, en lugar de rescatar, y destacar, conforme a la voluntad suprema, en la historia más elocuente de Dios con nosotros, precisamente el poder de Dios. ¿Por qué lo hicieron así teólogos de tanta influencia e incidencia en la tradición de la Iglesia? ¿En qué momento desviaron su atención hacia la virginidad corporal de María, en lugar de reconocer con humildad que en esta historia se nos insiste y revela con evidencias objetivas el poder de Dios que hace lo que quiere aun sin ayuda del varón? José, en cambio, con su “sí” a Dios, que se le manifiesta en sueños a través del ángel, se reconoce como siervo, y admite que Dios tiene todo el poder y la gloria, sin pretender él (José) ser el autor absoluto de su historia y la historia de su mujer y su descendencia.

José deja que Dios lleve la mayor parte en su matrimonio con María, y fue así que la amó, como todo hombre debe amar a la mujer: bajo la mirada de Dios, con sumisión a Dios, con el Amor de Dios, y aunque ahí, en ella, ya esté Dios, y por eso, pareciera o se creyera que no hace falta José.

En la siguiente pregunta, del mismo capítulo de “En el cielo como en la tierra”,  Papa Francisco responde que “los católicos, cuando hablamos de la Iglesia, lo hacemos en femenino. Cristo se desposa con la Iglesia, una mujer”. Y “El lugar donde se reciben más ataques, donde más se golpea, es siempre el más importante”.

En esta parte, Papa Francisco explica que “el enemigo de la naturaleza humana -Satanás- pega donde hay más salvación, más transmisión de la vida, y la mujer –como sitio existencial- resultó la más golpeada de la historia. Ha sido objeto de uso, de lucro, de esclavitud, fue relegada a segundo planoPero en las Escrituras, tenemos casos de mujeres heroicas que nos transmiten lo que Dios piensa de ellas, como Ruth, Judith…”

La explicación continúa. Pero antes de seguir la lectura de lo que Papa Francisco dice en el diálogo con Skorka, por favor, subráyese que, “en las Escrituras, tenemos casos de mujeres heroicas que nos transmiten lo que Dios piensa de ellas, como Ruth, Judith…”, y hagamos un paréntesis, para retomar la respuesta que dio a los periodistas en el avión de Brasil a Roma, después de la JMJ 2013, cuando alguien le preguntó:

-Usted dijo que la Iglesia, sin la mujer, pierde fecundidad. ¿Qué medidas concretas tomará por alcanzar esto? ¿Una mujer jefe de dicasterio?

Papa Francisco respondió -entre otras cosas ya dichas en el diálogo con Skorka- con dos advertencias sumamente importantes:

1.- “…No se puede entender una Iglesia sin mujeres, pero mujeres activas en la Iglesia, con su perfil, que llevan adelante. Yo pienso, un ejemplo que no tiene nada que ver con la Iglesia, pero es un ejemplo histórico en América Latina: Paraguay. Para mí la mujer del Paraguay es la mujer más gloriosa de América latina. Quedaron después de la guerra ocho mujeres por hombre. Y estas mujeres hicieron una elección difícil: la de tener hijos para salvar la patria, la cultura, la fe y la lengua”.

2.- “En la Iglesia hay que pensar en la mujer en esta perspectiva de elecciones arriesgadas, pero como mujer, hay que explicitarCreo que aún no hemos hecho aún una profunda teología en la Iglesia. Sólo un poco de eso, un poco de aquello, lee la lectura, mujeres monaguillo, es la presidenta de Cáritas… Pero hay más,hay que hacer una profunda Teología de la mujer. Esto es lo que pienso” Y después de insistir, con toda razón, que la mujer no va para cura, reiteró: “La mujer en la Iglesia es más importante que los obispos y que los curas. ¿Cómo? Esto es lo que debemos tratar de explicitar mejor. Creo que falta una explicación teológica sobre esto”.

He querido hacer este paréntesis, para poner énfasis en la noción que Papa Francisco tiene respecto de la necesidad, en la Iglesia, de resolver un tema muy importante: “hace falta una teología de la mujer” y “hacen falta mujeres heroicas, audaces, que nos sepan decir lo que Dios piensa de ellas”, porque… y aquí vuelvo a la transcripción del capítulo 13 de “En el Cielo como en la tierra”, donde más adelante de lo que ya hemos leído, Bergoglio dice:

“…el feminismo, como filosofía única, no le hace ningún favor a quienes dice representar, porque las pone en un plano de lucha reivindicativa y la mujer es mucho más que eso. La campaña de las feministas del veinte logró lo que querían y se acabó. Pero una filosofía feminista constante tampoco le da la dignidad que merece la mujer. Caricaturizando, diría que corre el riesgo de convertirse en un machismo con polleras”.

Y, en el capítulo cuarto de Laudato Sí,Papa Francisco también habla de “la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad, necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra de Dios creador, y enriquecerse recíprocamente”. Por lo tanto, dice, “no es sana una actitud que pretenda cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma”.
Dulces y sabias palabras de Papa Francisco en todo momento y lugar; dulces y exigentes palabras que, con la fuerza del Espíritu Santo, nos retan a someter la inteligencia a la Sabiduría de Dios, y la voluntad, a Su Misericordia.

Papa Francisco ha dado testimonio en homilías y catequesis de la influencia de las mujeres en su vida, también ha hablado de las mujeres abandonadas, de las mujeres abusadas, de las mujeres madres y esposas que visitan a sus hijos en las cárceles o que dan la vida por un hijo enfermo o con discapacidad; ha hablado de las mujeres que han sido orilladas a la prostitución y que se han entregado a esa pobre vida para mantener a sus hijos o a su madre y hermanos. Y cuando habla de ello, habla desde una gran compasión, lleno de la Misericordia de Dios, dando testimonio de haber honrado, en nombre de Dios, a esas mujeres, y citando los encuentros de Jesús con ellas, para que quede claro, clarísimo, quién es la mujer para Dios, y cómo es Dios mismo quien nos sana, libera, purifica y acompaña, pero, también, cómo es Dios quien manda al varón a amar a la mujer, en Su Nombre, y como Cristo ama a la Iglesia.

Veamos: en su viaje de México a Roma, el 17 de febrero del 2016, los periodistas preguntaron a Papa Francisco sobre la relación entre Juan Pablo II y la filósofa americana Anna-Teresa Tymieniecka,que tenía un gran afecto por el Papa polaco.

-“Según usted, ¿un Papa puede tener una relación tan íntima con una mujer? ¿Usted conoce o ha conocido este tipo de experiencia?”

Y la respuesta fue:
Esto lo conocía. Conocía esta relación de amistad entre san Juan Pablo II y esta filósofa cuando estaba en Buenos Aires. Era una cosa que se sabía, también los libros de ella son conocidos. Juan Pablo II era un hombre inquieto. Después yo diré que un hombre que no sabe tener una buena relación de amistad con una mujer –no hablo de los misóginos que estos están enfermos– es un hombre que le falta alguna cosa.

“Y yo por experiencia propia cuando pido un consejo, a un colaborador o a un amigo, me gusta también escuchar el parecer de una mujer. Y te da mucha riqueza. Miran las cosas de otro modo. A mí me gusta decir que la mujer es la que construye la vida en el vientre. Esta es una observación que hago. Y tienen éste carisma de darte cosas para construir. Una amistad con una mujer, no es pecado; es amistad. Una relación amorosa con una mujer, que no sea tu mujer, es pecado. ¿Entendido?

“Y el Papa es un hombre; tiene necesidad incluso del pensamiento de las mujeres y también el Papa tiene un corazón que puede tener una amistad sana, santa con una mujer. Hay santos amigos: Francisco y Clara, Teresa y San Juan de la Cruz. No hay que asustarse.

“Pero las mujeres todavía no están bien consideradas. No hemos entendido totalmente el bien que una mujer puede hacer a la vida del cura y de la Iglesia, en un sentido de consejo de ayuda, de sana amistad”.
Como se ve, poco a poco, con todo lo que Papa Francisco dice a lo largo del Camino, se va tejiendo la tan esperada teología de la mujer en la Iglesia.

Por lo pronto, estoy segura de que, cuando un varón ama a la mujer que Dios le da, como esposa y amiga, o sólo como amiga, pero de un modo preferencial, en una categoría como en exclusiva, y la mujer abre los ojos y oídos del corazón, para obedecer y respetar al varón, a quien, desde sus entrañas ella sabe que le pertenece, como esposa y amiga, o sólo como amiga –en ese sentido preferencial y como en exclusiva-, y los dos se donan mutuamente, sin rebeldía ni prejuicio, sino con la calidad que corresponde a la relación que Dios les concede; entonces, ella y él se conocen a sí mismos de una forma tan plena, que maravillados y agradecidos por la presencia de Dios en él y en ella, los dos, en el “nosotros”, aprecian y aquilatan sus diferencias, como dones excelsos del Amor.

Sólo así, el hombre y la mujer se hacen grandiosos. En la complementariedad surge un real, completo y humilde seguimiento de Jesús, en el cumplimiento de su misión. Así que, en ese encuentro divino es justamente donde se vislumbra, en miles de momentos, la consumación del Plan de Dios.

Esto es así, porque la relación de Amor entre hombre y mujer, a nivel espiritual, afectivo, emocional, intelectual y social, nos coloca, a ambos, en el mismo estadío de humildad, en el que María y José se situaron ante Dios. Sólo el “sí”, a todo lo que Él nos regala; en este caso: la unidad en la diferencia, y el Amor visceral entre hombre y mujer, nos lleva a conocer el Amor Misericordioso de Dios a la humanidad: “…la misericordia de Dios no es una idea abstracta, sino una realidad concreta con la cual Él revela su amor, que es como el de un padre o una madre que se conmueven en lo más profundo de sus entrañas por el propio hijo. Vale decir que se trata realmente de un amor “visceral”. Proviene desde lo más íntimo como un sentimiento profundo, natural, hecho de ternura y compasión, de indulgencia y de perdón” (Misericordiae Vultus n. 6)

Cabe destacar que el hombre y la mujer, al amarse mutuamente, se paren nuevamente, ya no como personas, sino como hombre y mujer, con sus diferencias, y en su relación de Amor, mil y un partos viven él y ella en cada encuentro y desencuentro, en cada momento de discutir, hablar, discernir, re-enamorarse uno del otro, tomar decisiones, educar a los niños y jóvenes, cuidar a los ancianos, trabajar por su comunidad… Mil y un veces se paren uno al otro, y se esculpen como una magnífica obra de arte. Él y ella son lienzo y pincel, regalo y regocijo de Dios que se asegura de hacerles llegar a él y ella Su Amor totala través de él y ella, uno y otro, unidos, de Dios y para Dios.

Cuando Dios se hace presente con todo su poder en la vida de un hombre y una mujer, la mujer, con audacia y heroísmo, se deja penetrar en su totalidad por el hombre al que escucha y mira con atención para, por amor, corresponder a su amor, y ser ella para él, la ayuda idónea, como reflejo de la ternura de Dios que pacifica y embellece la creación.

De esta relación, hombre y mujer, surge la fecundidad social, cultural, artística, religiosa y política; para bien de la humanidad.

Pero “Creo que aún no hemos hecho aún una profunda teología en la Iglesia”, dice Papa Francisco. Y yo pienso que, en la medida que haya mujeres heroicas, y un Papa, amigo de san José y dócil a Dios, iremos avanzando.
Por cierto, se han preguntado ¿cómo es que, llevando María a Dios en su vientre, y previendo, el mismo Dios, que ese hijo estaría con ella 30 años, antes de salir al mundo a cumplir su misión evangélica, resulta que aun así, junto con Dios, ella necesitó ser amada por un varón, y ser la esposa de un santo varón, el bendito, humilde, y valiente José?
La respuesta está en Dios: Dios nos manda a vivir la relación de Trinitaria más perfecta y de signos visibles, en el matrimonio. Pero, como dice Jesús:”No todos entienden este lenguaje, sino sólo aquellos a quienes se les ha concedido” (Mt 19, 3-11) y “el que tenga oídos para oír, que oiga”, como también dijo varias veces.
Amén.

FIC lanzará una nueva campaña sobre la detección oportuna de cáncer infantil. 2>

FIC lanzará una nueva campaña sobre la detección oportuna de cáncer infantil.Anunciación.- La Fundación Interamericana del Corazón (FIC)  lanzará una nueva iniciativa de prevención y detección oportuna de cáncer infantil.

De acuerdo con la FIC actualmente México tiene las tasas de supervivencia de cáncer infantil que tenía Europa en 1950. El 75 por ciento de los casos son diagnosticados cuando ya es muy tarde. La FIC ha trabajado durante 20 años para mejorar la salud pública en México como en el resto del continente.

Con el afán de continuar con su misión de promover el derecho a la salud en favor de los sectores vulnerables de la población, para reducir las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares y crónicas en general en México, mediante la educación, la incidencia política y la investigación.

El próximo 10 de marzo de 2016, en la Ciudad de México, FIC lanzará “FIC IMAGINA”, una  ambiciosa campaña educativa con videojuegos, videos y libros electrónicos para fomentar la prevención y detección oportuna del cáncer infantil.

A este lanzamiento se añadirá una subasta de arte y diseño mexicano, con piezas de pintores y artistas como Verónica Villarreal Sada, Ariel Carlomagno etc. Se contará con la asistencia de algunas personalidades del ámbito diplomático, como político y social

FIC  tiene como objetivos principales el poder desarrollar acciones enfocadas a disminuir enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, crónicas en general y sus factores de riesgo como hipertensión, obesidad, sobrepeso, diabetes, tabaquismo e inactividad física.
“El mejor de los días y recuerda que un corazón sano, es un corazón feliz.”

Informes:

Fundación Interamericana del Corazón (FIC)
Río Danubio 49, Col. Cuauhtémoc,
Del. Cuauhtémoc, México, D.F., C.P. 06500.
Tel: (+52 55) 5208-0020
Horario de Atención: Lunes a Viernes de 9:00 a 18:00 horas
Correo: info@ficmexico.org
http://ficmexico.org/

Nacidas para ser Amadas. Segunda Parte. 2>

La relación de la mujer con Dios ayuda al hombre a permanecer en Él

 “Dios es Padre y Madre. Es Padre porque crea, llama, manda y gobierna; Madre porque abriga, alimenta, amamanta y conserva”
(San Agustín, en Ps 26,218)

Tere García Ruiz
@TRaltruismo tgarcia@somoshermanos.mx

Hombre y mujer somos diferentes. Pensar lo contrario es enterrar el talento del Amor. ¿Recuerdan la Parábola de los Talentos? ¿al que le tocó un solo talento le tocó el del Amor y lo enterró por miedo a perder en lugar de ganar? No escuchó que “el que quiera salvar su vida la perderá y el que la pierda por mí, la salvará”. Hay que emprender el camino del Amor, en la Verdad, siempre.

Durante el enamoramiento, y todo lo que ello significa, basta una buena formación para adecuar nuestra voluntad a la voluntad de Dios, y lograr que de la sorpresa pasemos a la bendición.

Sabemos, por el Génesis, que la mujer fue creada de la costilla de Adán. Y esta imagen nos educa en el Amor. La misma historia nos presenta dos tesoros escondidos que serán verdaderos tesoros si logran amarse uno al otro, como cada uno se ama a sí mismo, y mejor aún como Dios nos ama.

La mujer que ama a un hombre, nace, como mujer, del hombre a quien ella ama, ¿Por qué? Porque él la ama y el Amor es creativo, fecundo, se proyecta, propone, crea y fructifica.

Pero, además, el hombre protege a la mujer, a quien él ama. Él es para ella un principio vital y ella es para él su corazón. Admitamos que tanto la costilla, como el corazón son necesarios uno para el otro, y se hacen Uno para la misma misión y meta: vida, amor, resurrección y eternidad.

Quisiera apresúrame a decir todo más claramente antes de que los lectores sientan el impulso de refutarme. Pido apertura y paciencia para leer lo que intento explicar. Hablar del Amor no es cosa fácil, como tampoco lo es narrar una experiencia mística; las experiencias más bellas en nuestra relación con Dios nos ponen en aprietos cada vez que intentamos compartirlas. Y como el amor entre un hombre y una mujer es parte de las experiencias más bellas en relación con Dios, he ahí su dificultad.

Desde el noviazgo, la mujer y el hombre podrían capacitarse para vivir el plan de Dios: ser uno en el Amor, crecer, multiplicarse… Esto no sólo significa tener muchos hijos, sino estar abiertos a la vida  y tener una relación fecunda, en la que permitan a Dios acrecentar los dones que dio a cada uno, y a ambos, para nutrir y alimentar de alegría y paz, el entorno en el que viven: humanidad y creación.

El plan de Dios es muy bello. Él mismo dijo que no es bueno que el hombre esté solo y le dio a una mujer, no le dio a otro hombre, sino a una mujer; y se la dio para que se uniera a ella, por siempre (Mateo 19,3-11). ¿Cómo hacer para que suceda el siempre? Tiene que ser un matrimonio lícito, como dice Jesús. ¿Qué es un matrimonio lícito? Aquel que nace del Amor, para el Amor. ¿Y cómo podemos garantizar que nazca del Amor? Educándonos en la Verdad, siendo humildes para abrazar la Verdad, capacitándonos para escuchar la voz de Jesús, conociendo y amando a Dios sobre todas las cosas; en suma: siendo libres y sabios para reconocer el Amor, y valientes para decir sí, cuando es sí, y no, cuando es no.

Ha habido mujeres, que se casan con hombres que no son muy buenas gentes, y hombres que se casan con mujeres problemáticas; y sin embargo, resulta que son matrimonios “para siempre”. ¿Cómo lo han logrado? Pues el más fuerte ayuda y soporta al más débil, y porque independientemente de sus problemas de temperamento, carácter y personalidad, en ambos hay Amor, y por eso, diálogo, comunicación, y perseverancia en el deseo de ser mejores personas. Al cabo de un tiempo, a fuerza de amarse, algo va pasando, poco a poco, y logran perfilarse conforme a las cualidades del Amor (1 Cor. 13)

En cambio, hay personas que, en esas circunstancias, se separan a la vuelta de la esquina. ¿Por qué? Porque en esa relación ilícita no había Amor de una o de las dos partes. Cabe destacar que cuando uno no ama, el otro tampoco, aunque se crea que sí. El amor es Trinitario: Dios, la mujer y el hombre. Así que sólo hasta que cada uno se relacione bien con el Amor (Dios, la Verdad, la Justicia, la Vida), podrá amar a otra persona y unirse de verdad y para siempre.

Ahora vamos con lo que sigue. ¿Cómo es que la mujer completa en el hombre la visión que él tiene de Dios? Esta parte del tema es hermosa, porque nos da la oportunidad de destacar y aquilatar las diferencias entre hombre y mujer, cosa urgente en nuestros días. Ya van varias generaciones que se han creído el cuento de la igualdad, sin encontrar las piezas espirituales, físicas y psicológicas que unen al hombre y a la mujer en un solo corazón.

Lamentablemente hay quienes, incluso dentro de la Iglesia, citan un fragmento de la Biblia para justificar su afán de igualdad. Por ejemplo: “Ya que todos ustedes, que fueron bautizados en Cristo, han sido revestidos de Cristo. Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús. Y si ustedes pertenecen a Cristo, entonces son descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa” (Gálatas 3, 27-29).

Sólo citan “ya no hay varón ni mujer”, pero no dicen “entonces son descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa”. Es tremendo que si estamos unidos a Jesús, no hagamos como Jesús, llevar nuestra vida a la plenitud con la ley y los profetas, leyendo la palabra de Dios en forma circular, desde el Evangelio hasta el Génesis y desde el Génesis, con la mirada puesta en el Evangelio, hasta el Apocalipsis. Así sabremos más de la naturaleza humana y el plan de Dios para con nosotros. Así distinguiremos entre ángeles y personas humanas, sin pretender ser ángeles; y así reconoceremos nuestras capacidades y límites, las diferencias entre lo visible y lo invisible, y al único Mediador entre Dios y los hombres: Jesús, el mismo Maestro que nos enseña el Plan de Dios, y que eligió para sí un papá y una mamá, el mismo que convirtió con alegría el agua en vino para que siguiera la fiesta de la boda en Cana; el mismo que supo decirnos a todos que María, la que escucha, eligió la mejor parte.

Para saber quiénes somos para Dios, hombre y mujer, y cómo la mujer completa al hombre su conocimiento de Dios, leamos la historia de María y José, y de ahí, la  de Adán y Eva, pasando de visita por la vida de las mujeres heroicas del Antiguo Testamento y subrayando su misión en la vida de sus hombres y el pueblo de Dios, sin olvidar, por favor, a Séfora, la esposa de Moisés (Exodo 4, 18-31).

La explicación judaica de esta lectura es que tras recibir la instrucción de Dios y yendo de camino a Egipto para liberar al pueblo de Israel, Moisés tuvo una crisis muy fuerte, estaba aterrado… Séfora lo mira, y como lo conoce y lo ama, movida por la intuición, más allá de sus propios intereses, deseosa de que su marido cumpla su misión y sea feliz, urgida de darle la paz, ejecuta la circuncisión al hijo de ambos, y con la sangre del prepucio toca los pies de Moisés y le dice: “Tú eres para mi, esposo de sangre”. Así, ella devuelve la seguridad a Moisés, por un lado, y por el otro, al mismo tiempo, provoca la compasión de Dios. Séfora ha abrazado la fe y misión de su Marido, y se la ha transmitido al hijo.

Todo sucede en un instante. La mujer sabe lo que tiene qué hacer para que su marido alcance la plenitud de vida en su relación con Dios, y con el pueblo que le ha encomendado. La clave está en escuchar y mirar dos veces al hombre que amamos, conocerlo, darle seguridad, animarlo a cumplir su misión, y ayudarlo de manera idónea. ¿Cómo es “de manera idónea? Amándolo desinteresadamente e incondicionalmente, no para nosotras, sino para Dios; no con nuestro amor, sino con el de Dios.

El proceso es el siguiente: la mujer, mira y escucha con todo su ser al hombre elegido para ella –por ella y por Dios-. Así, el hombre atraído hacia ella, se abre paso, con Dios, como Moisés para cruzar el mar rojo. Entonces, el hombre entra al corazón de su mujer, a su psicología y afectividad, y ahí, sólo ahí, en el idioma del amor, puede escucharla, tomarla en cuenta para la toma de decisiones, comprenderla, seguirla en sus intuiciones, creer en ella y complacerla, sin saber que él ha sido bienvenido porque, antes, él, de algún modo, ya había influido en ella, y por alguna razón del Cielo, la ha penetrado previamente en su totalidad: emoción, razón y espiritualidad. Por eso es que ella puede ayudarle a cumplir su misión: porque él ha penetrado en ella, y casi podemos decir que, el hombre, para seguir su camino, necesita revisar la ruta en el corazón de su mujer, donde él es el hombre más genuino y auténtico, y también donde él cumple, y se prepara para cumplir, la voluntad de Dios. Hay que leer lo que he dicho muy despacio y con una mente circular que va de adelante para atrás y viceversa, por favor. Estamos hablando del milagro del Amor.

Dentro del corazón de la mujer que lo ama, el varón logra discernir, con ayuda de su mujer, si una cosa es amor o egoísmo, si hay vanidad o deseo de santificar el nombre de Dios, si una acción le lleva al cumplimiento de su misión o lo aleja de ella, si está sirviendo con todos sus dones o está evadiendo su entrega total, si busca su propio bien o el bien de la familia y la comunidad humana, si su visión de Dios es real o es fantasía, si hay misericordia en su forma de vivir o sacrificios inútiles e infecundos.

Podríamos decir, siguiendo las Escrituras, que la mujer tiene la capacidad de provocar, en el hombre, el máximo desarrollo, y si esto lo hace, con conocimiento y Amor de Dios, sea la esposa o sea la amiga, ella es la mejor compañía que Dios le ha dado a él, para bien de ambos y de la humanidad. Esto sucede, siempre y cuando ella ejerza los dones femeninos, ya que si los ha disminuido para vivir virilmente, lo que aquí se explica no encontrará en ella y su compañero de vida evidencias objetivas. Para que lo que digo sea verdad, necesito que me des a una mujer altamente femenina acompañando a un hombre.

Y para los que quieren refutar, cuenten que tienen siempre la libertad de hacerlo. Hasta aquí, alcanzo a escuchar, mientras escribo que alguien de entre los lectores me reclama: ¿Y no puede el hombre hacer eso mismo por la mujer? ¿No puede ser la mujer quien entre al corazón del hombre? Yo respondo así: El hombre elegido influye en la mujer, antes, durante y después… siempre… y la mujer corresponde con sabiduría para completar, en el hombre, la visión que tiene de sí mismo, del mundo y de Dios. La mujer es el corazón de hombre y el hombre es para ella la razón de su existencia, su mundo y su vida; por eso le ayuda a estar bien, pero no sólo en favor de ella, sino a favor de todo el clan y la comunidad humana.

Para terminar, baste decir que el hombre tiende a la dispersión; la mujer, a la permanencia en la comunión. Y lo que distingue este valle de lágrimas del Cielo, es decir de la vida futura, es precisamente el cambio y lo Permanente. Sólo Dios permanece, eso es lo que la mujer sabe de Dios y es lo que enseña al hombre, no con palabras, sino en su corazón, desde donde ella le escucha y le mira con todo su ser, para atraerlo nuevamente, cada vez que se va y tiende a dispersarse.

Dicho de otro modo: la mujer obedece (escucha con todo su ser) al hombre, para que el hombre obedezca a Dios. La mujer encuentra seguridad en lo permanente, por eso le resulta muy fácil conocer, amar y desear a Dios, pero también por eso, descubre el sabor del Cielo y de ese sabor nutre a su señor, el hombre elegido por ella y por Dios. Sólo así, el hombre completa su visión de Dios, y entonces, con sus decisiones y acciones, favorece la justicia social, el orden, la mesura, el amor y la paz para bien de la sociedad humana. Esto que digo sólo funciona, cuando la mujer es mujer.

Cruz Roja Mexicana arranca con la Colecta Nacional 2016 2>

Anunciación.- Cruz Roja Mexicana arrancó la Colecta Nacional 2016, que este año tiene como meta alcanzar los 350 millones de pesos. En una ceremonia llevada a cabo en el Museo Nacional de Antropología, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto y el presidente nacional de Cruz Roja Mexicana, Fernando Suinaga Cárdenas, pusieron en marcha la Colecta Nacional de la Benemérita institución que este año lleva como lema “Sigue Ayudándonos a Salvar Vidas”, la cual estará vigente del 07 de marzo al 07 de mayo.

Fernando Suinaga Cárdenas llamó a los mexicanos a apoyar con sus donativos a la Benemérita institución para seguir aliviando el sufrimiento de las personas.

“Durante 2015, Cruz Roja Mexicana ofreció a nivel nacional más de 5 millones 900 mil atenciones médicas y más de un millón 438 mil servicios de emergencia en ambulancias totalmente gratuitos, con el apoyo de 43 mil voluntarios”, dijo.

Agradeció al presidente de la República, Enrique Peña Nieto, el apoyo que ha tenido con Cruz Roja Mexicana al señalar que en tres años de trabajo en conjunto, ha sido muy solidario con la institución. Suinaga Cárdenas, dijo, que esperan seguir trabajando con el gobierno Federal en los años venideros, para juntos salvar más vidas.

En este mismo evento se hicieron entrega de 80 nuevas ambulancias y un vehículo de rescate a diferentes delegaciones estatales de Cruz Roja en el país, gracias al programa de renovación del parque vehicular; alianza entre el Nacional Monte Piedad y Fundación Azteca. En nueve años de este programa ininterrumpido, se han adquirido mil 241 nuevas ambulancias.

Por último, reiteró que al cumplir 106 años de acción humanitaria, Cruz Roja Mexicana está preparada para seguir trabajando a favor de las y los mexicanos con total transparencia en el uso de los recursos, y enfocando su labor en apoyar a las personas que más lo necesitan con los programas humanitarios.

Informes
Cruz Roja Mexicana
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Llevan a cabo conferencia sobre persecución de cristianos en Oriente Medio 2>

Anunciación.- La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia que Sufre (AIS) y la Catedral Metropolitana de México, organizaron una conferencia de prensa impartida por el sacerdote Luis Montes, religioso del Instituto del Verbo Encarnado, quien desde hace cinco años vive en Bagdad, Irak. La charla estuvo enfocada a la persecución que enfrentan los cristianos en este país de Oriente Medio.

El padre dijo que todo se ha originado desde años atrás debidoa que no existe la paz como tal, y siempre ha imperado la frase que dice “ojo por ojo y diente por diente, es ahora bomba por bomba y atentado por atentado”.

“La gente de esos lugares donde prolifera el clima de guerra solo quiere que termine esto y que haya paz, la gente está cansada de tener que huir de la guerra, la gente ha tenido que dejar literalmente todo para poder refugiarse”, mencionó.

El sacerdote dijo que la tercera parte del país está tomado por terroristas y enfatizó que la única manera de terminar con la guerra es “cortando el flujo de dinero y armas a los terroristas”.

Luis Montes quien es de origen argentino, subrayó que si las cosas no cambian en toda esa zona del mundo los cristianos que ahí radican van a desaparecer ya que la persecución contra ellos es de día y noche. “Estamos en manos de dios y n hay mayor protección que ellas, es único estar ahí”.

El sacerdote invitó a todos a rezar por toda la gente que sufre en esa zona del mundo y animó a enviar ayuda económica solo si se tienen las posibilidades “esos refugiados están viviendo sin nada, sólo de la caridad de la gente. Han perdido todo, su casa, sus cosas, los ahorros de toda una vida. Muchos de sus hijos están perdiendo años de escuela y empeñando su futuro”.

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