
Anunciación.- La Agencia de Refugiados de la ONU, ACNUR, lanzó la nueva campaña global “Nadie quede fuera” (Nobody left outside), esto debido a que existe un gran déficit en los fondos para albergar y proteger a los refugiados.
La campaña tiene como objetivo recaudar fondos del sector privado para construir o mejorar las condiciones de alojamiento de 2 millones de refugiados en 2018, alcanzando a casi uno de cada ocho de los 15.1 millones de refugiados bajo el amparo del ACNUR a mediados de 2015. El Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas se encarga del resto de los refugiados de Palestina.
ACNUR dijo enfrentarse a un déficit de medio billón de dólares en sus esfuerzos por proporcionar un albergue adecuado a los refugiados bajo su cuidado. Esta campaña invita al sector privado a solidarizarse y contribuir con fondos para solucionar los problemas de cuidado y alojamiento de 2 millones de refugiados. La campaña está dirigida a individuos, empresas, fundaciones y filántropos en todo el mundo.
Actualmente, alrededor de 60 millones de personas en el mundo se encuentran en situación de desplazamiento forzado, de esta cifra, casi 20 millones son refugiados que han sido obligados a huir cruzando fronteras internacionales, el resto son desplazados dentro de sus propios países. El financiamiento humanitario está fallando en seguirle el ritmo a la situación.
El desplazamiento forzado, derivado principalmente de la guerra y los conflictos, ha aumentado considerablemente en la última década, en gran medida debido a la crisis en Siria, pero también debido a la proliferación de nuevas situaciones de desplazamiento, aunadas a las antiguas no resueltas.

Un albergue – ya sea una tienda de campaña, una estructura improvisada o una casa-, es la construcción básica para que los refugiados sobrevivan y se recuperen de los efectos físicos y mentales de la violencia y la persecución. Sin embargo, en todo el mundo millones de personas están luchando para salir adelante en viviendas inadecuadas y a menudo peligrosas, donde ponen en riesgo su dignidad, su futuro y su vida.
“El albergue es la piedra angular para que los refugiados puedan recuperarse y sobrevivir, y debería ser considerado como un Derecho Humano no negociable. A medida que enfrentamos un desplazamiento mundial en un nivel no visto desde la Segunda Guerra Mundial, ningún refugiado debe quedarse fuera”, dijo Filippo Grandi, el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
Cada año, el ACNUR compra 70 mil tiendas de campaña y más de 2 millones de lonas, las cuales han venido a simbolizar la respuesta a las emergencias humanitarias.
“El sector privado tiene un rol importante con su conocimiento, energía y dinero para actuar con un espíritu de solidaridad para alojar a los refugiados que huyen de la guerra y la persecución. Debemos encontrar mejores formas de integración pacífica de los refugiados en nuestras comunidades de acogida. Un albergue adecuado para todos es fundamental para la cohesión social. Buenos hogares hacen buenos vecinos”, dijo el Alto Comisionado Filippo Grandi.

Las regiones que necesitan mayor asistencia son el África subsahariana, Oriente Medio y África del Norte, Asia y Europa.
Checa la entrevista que realizó Tere García a Francesca Fontanini de la Oficina de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR.
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