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Consuelo sí tendrás 2>

Anunciación.- Dicen que más de dos millones de personas han sido impactadas en seis estados de la República Mexicana, pero, consuelo si tendrás, te lo aseguro. Sabrás hoy y mañana, que muchas personas desconocidas para ti, también en ti piensan. Lo sabrás cuando de manera progresiva comiences a sentir un calor particular dentro del pecho, cada vez que le entreguen a un hijo tuyo una lata de frijoles La Sierra, o una botella de agua purificada Santa María, un kilo de arroz Covadonga o un bulto de Café Legal. Lo sabrás en la noche cuando puedas calentar los huesos de tu esposa con ese cobertor que te entregaron los voluntarios, cuando lleguen las enfermeras con las agujas de la salvación.
Recordarás que así somos, y por ello, amas la tierra que te vio nacer. Desempolvarás tus conceptos que habías enterrado con los abusos, los excesos de todos aquellos que te han prometido a ti, y a mí, que nunca más estaría un mexicano en tus circunstancias. Recordarás que este País lo hemos entregado, inconscientes, en comodato a unos cuantos desde hace mucho, quienes abusando de ello, lo convirtieron, a veces en leonero, otras, en un cabaret, con prostíbulo integrado, solo resta voltear a Morelos, o Oaxaca… Sin embargo, siempre están ellos, los desconocidos que ante la desgracia sacrifican una de las dos latas que tienen para comer y te la envían, como lo han enviado por años en tragedias como San Juanico, el terremoto de ochenta y cinco, las inundaciones en Chiapas, Veracruz, Guerrero; el devastador paso de Gilberto, y ahora en estos terremotos de Satán.
Hoy recibes esa ayuda anónima que trasladó hasta tu comunidad gente desprendida de su tiempo, de sus pertenencias. Recibes una ayuda que probablemente tú diste también, hace algunos años, de manera anónima y generosa. Y se organizan en la Ciudad de México, y en Monterrey, en Guadalajara, en Tel Aviv, Los Ángeles, Tokio y Bogotá. Centros de acopio aquí y allá. Donativos hormiga que conforman grandes cargamentos. Cesión de productos de las empresas que tus líderes –esos que te cobran una cuota para representarte- condenan de explotadoras y excluyentes. Movilización de todos, clase media, alta, baja…, de cualquiera por igual.
Y seguro sonreirás resignado, con un cafecito de hoya en las manos para calentarte, con sardinas importadas que en otras circunstancias no comprarías, con un trozo de pan Bimbo nutriendo tus entrañas. Sonreirás porque leerás en las páginas de éste periódico, la maldita indolencia de quienes ignorándote una vez más, tratan de poner al País de rodillas ante su voracidad, su estructura bien organizada, su rentable negocio nacional, sus oscuros intereses individuales. Los que muestran sus dientes falsos al declarar y asumir que te resolverán tu desgracia desde el púlpito laico que ostenta el Escudo Nacional también sustraído de tu patrimonio. Y reirás, tal vez a carcajadas, porque tu desgracia de haber perdido todo –una casa de material provisional, y un exiguo patrimonio o un apartamento hípster, o el tendejón que te alimentaba- te dará el sentido del humor necesario ante la paradoja que surge entre tu absoluta desolación, y el cinismo de quienes están dispuestos a hundirte aún más para salvar un patrimonio político bien asegurado a costa de tu desgracia; un patrimonio que a pesar de sus vulgares excesos y sus soeces placeres, no se gastarán ni siquiera, los hijos de sus hijos. Pero sonreirás resignado, porque sabes que ellos, los de a pie como tú, te llevan en su sangre.
Por eso, entre otras causas, estás allí, jodido; sin casa, sin ropa y con una prole que alimentar. El combustible necesario para la logística del restablecimiento de la energía eléctrica, el abasto de gas, los trabajos de reconstrucción, tendrá que destinarse para áreas más estratégicas, verás, a fin de cuentas tú, como siempre, puedes esperar, ya estás acostumbrado a vivir así, en la ignominia, la incertidumbre, la marginación. El colegio de tus hijos, no colega, no es prioritario -como si la educación no fuera la urgencia nacional-.
Y vendrán ellos otra vez, con esa sonrisa tan suya, con ese perfume tan penetrante, a pedirte que votes por ellos en el 2018 –PRI, PAN, PRD, Morena, Verde, y los demás- a prometerte una vez más bienestar para tu familia, a jurar por lo más sagrado que tienen, que nunca más te tomará tan desprotegido un desastre natural. Lo dirán con esa misma seguridad y espontaneidad con la que lo han dicho por años. Te guiñarán el ojo y se irán abordando el convoy de camionetas último modelo, blindadas, en las que llevan tres o cuatro cambios de ropa para el día, para lucir siempre como anuncio de ropa italiana.
Sonreirás resignado porque ya no puedes perder más. Porque un día de estos te dirán adiós, muy buenas, y el albergue se acabará para ti y tu familia, y saldrás a la calle a intentar reponer algo de lo perdido, tendrás que asumir la obligación de estar allí, en la miseria como siempre, y volver a esperar otro sádico embate de la madre naturaleza, para que se vuelva a llevar a la perica la casa de material provisional que construirás en los próximos años, o el apartamento en un edificio viejo mientras ves como ellos hacen discursos de igualdad y progreso, alardean que reconstruirán en semanas, muy cómodos desde sus casas de concreto y gastos estratosféricos, todo cubierto por esa gran riqueza que tu País es capaz de generar. Consuelo sí tendrás, te lo aseguro.

Twitter: @avillalva_

Facebook: Alfonso Villalva P.

La importancia de un abrazo 2>

Anunciación.- Ese día la muchacha amaneció con ganas de hacer algo para mejorar el mundo. Sabía que sólo contaba con ella misma, y sus enormes ganas de provocar un cambio. No tenía dinero, pero si una gran sonrisa, no contaba con herramientas tecnológicas que pudieran llegar a miles, pero si tenía dos brazos que podían hacer mucho. Así que decidió salir a la calle y abrazar a todo el mundo. 
Las sorpresas que se llevaría ella y mucha gente más.Hubo quién al escuchar el ofrecimiento de un abrazo, se asustó, dudó de lo que esa joven proponía, y decidió no recibirlo. Esos eran los escépticos, que confiaban tan poco en las cosas buenas de la vida que no las tomaban, aunque se las regalaran.
Se topó también personas que quisieron aprovecharse de la situación, y mientras la mujer los abrazaba, intentaban meter mano por otras partes de su cuerpo, o pegarse demasiado a ella, incluso quién intentó besarla. Esos eran los que confundían el cariño puro con el sexo y miraban únicamente la capa externa de las cosas. Pobres de ellos, sus impulsos no les permitían gozar de las cosas bellas. Ellos eran los depravados.
También hubo quién intentó negociar con ella, como si la vida se tratara de comerciar con todo, incluso con aquello que es gratis. Así, le ofrecían cosas a cambio de más abrazos e incluso, le propusieron negociar con los abrazos. Ella los daría, ellos cobrarían y las ganancias serían repartidas entre los dos. Ellos eran los pragmáticos, tan objetivos para todo que desconocen lo que es soñar.
Uno que otro se dejó abrazar, pero sin la intención de recibir un abrazo, sino más bien para permitir que aquella muchacha loca los dejara de molestar, no fuera a ser que los siguiera o al rato les pidiera algo más. Ellos, eran los superfluos, con tanta prisa al ir por la vida que no se detienen a recibir lo que ella les ofrece.
También se encontró la joven con quién pedía antes una explicación. “No me va a hacer más rico, ni más joven, ni me va a regresar a mi perro perdido ni me va a dar la felicidad que he estado buscando, entonces, ¿qué sentido tiene un abrazo suyo señorita?” Ella, que no creía en el poder de las palabras sino en el de los actos, se limitaba a sonreír y abrir sus brazos. Pero ellos, los deprimidos, no aceptaban el abrazo, no se aventuraban a ser felices por un breve instante, si no aseguraban la felicidad eterna, rechazaban este pequeño gesto que por lo menos rascaba un poco la idea de la felicidad.
Hubieron psicópatas que creyeron que el abrazo les robaría el alma, obsesivos compulsivos que no se dejaron abrazar por miedo a ser contagiados de alguna enfermedad, religiosos ortodoxos que dijeron sólo dejarse abrazar por gente de su misma religión, políticos que sólo querían recibir un abrazo si votabas por ellos, pordioseros que sólo querían un abrazo de noche para mantenerse calientitos, racistas que sólo te abrazaban si demostrabas no tener familiares negros, homosexuales o judíos, suicidas que creían que un abrazo los sacaría de este mundo, y muchos muchos niños que querían ser abrazados pero sus padres, temerosos de algún abuso o maltrato, no se los permitieron.

Que difícil es dar un abrazo a la gente, pensó la joven, tan rico que es, tan bello que se siente y tan poderoso que puede llegar a ser. Si la gente se dejara abrazar más seguido, si pudiéramos transmitir con un simple abrazo la inmensidad que llevamos dentro, si lo pudiéramos usar para comunicar el amor fraternal que sentimos por la humanidad, si la gente lo aceptara sin más, seguramente que éste sería un mejor mundo.
La joven entonces se dio un fuerte apapacho a ella misma y se sintió, aunque fuera sólo por un instante, feliz. Tendría que ver cómo hacerle en un futuro para abrazar al mundo entero, pues éste lo necesitaba más que nunca.

Capacitan a formadores de congregaciones religiosas 2>

Anunciación.- Con el objetivo de proporcionar herramientas a los formadores de las diferentes congregaciones religiosas, el Centro Sor Juana Inés de la Cruz IAP, ofrece un curso de capacitación con diferentes temáticas. 
La capacitación consiste en estudiar el área humana donde imparte desarrollo personal, psicología, comunidad formadora, afectividad y sexualidad.
En el área Teológica se aprende acerca de la antropología espiritual, Biblia, Cristología, eclesiología, vida religiosa y oración.
Y en la de proyecciones ofrecen los temas de inculturación, discernimiento, ecología, análisis de la realidad, realidad juvenil y planeación.
El objetivo de impartir estos temas es proporcionar a los formadores una experiencia teórico práctica desde su propia persona, la realidad histórica y el dinamismo de la gracia; para que ofrezcan un mejor servicio a la vida religiosa en el México de hoy y de América Latina.
Los requisitos son: ser formador en ejercicio o estar preparándose para serlo, dedicación exclusiva a  los 6 meses que dura el cursos y tener tres años de votos perpetuos.
Además, la institución sirve como puente de canalización para las personas que tienen problemas de audición y lenguaje.
Centro Sor Juana Inés de la Cruz. Número telefónico: 5604 5414.

Apadrina a una niña de Casa Hogar de las Mercedes IAP y dale la oportunidad de un futuro mejor 2>

Anunciación.- Con una creciente población  Casa Hogar de las Mercedes IAP, es un   hogar para niñas embarazadas y/o con bebé; con una antigüedad de 21 años de trabajo en los que se han atendido y siguen atendiendo a niñas en situaciones de calle, violencia, trata, abandono, explotación sexual, abuso o maltrato.Tiene como objetivo retirar a las niñas y adolescentes de estas situaciones y ofrecerles un hogar seguro, donde puedan crecer sanamente, en el caso de las adolescentes embarazadas o con hijos, se les brinda un hogar donde poder vivir tranquilas con sus hijos. 
Esta labor la hace, primero teniendo en cuenta los valores de amor, libertad, conocimiento, responsabilidad y respeto; y en segundo lugar por donativos en dinero y en especie para poder brindar a las beneficiarias un buen futuro.
En esta casa las beneficiarias reciben atención multidisciplinaria, de acuerdo a sus necesidades.
Asimismo, proporciona atención integral con perspectiva de género, para el desarrollo humano de niñas y adolescentes víctimas de violencia, explotación y trata de personas, dentro de un marco de respeto y adquisición de valores, brindando el servicio de albergue, donde se desarrollan acciones de promoción social con educación y capacitación, de empoderamiento y asistenciales para mejorar sus condiciones de vida y lograr su readaptación social.
Las niñas y jóvenes que habitan Casa de las Mercedes, han vivido grandes experiencias que las han marcado de por vida, es por eso que al llegar a Casa de las Mercedes, es como un gran respiro lleno de amor, comprensión y ayuda para que puedan continuar con su vida y poder labrar un futuro próspero para ellas y sus hijos.
Además, la institución cuenta con un Centro de Rehabilitación especializado en adicciones para ayudar a niñas y adolescentes, que por diversas circunstancias padecen de esta problemática.
Asimismo, promueve la educación en escuelas oficiales como también la capacitación laboral para niñas y adolescentes; ofrece ayuda en especie, brinda atención médica y también psicológica.
En más de dos décadas de labor social, ha beneficiado a 5 mil 600 personas y ha dado apoyo alimenticio equivalente a 10 mil 800 raciones.
Cabe destacar que Casa Mercedes brinda apoyo a niñas y jóvenes de escasos recursos, incluyendo a aquellas que están embarazadas o que ya tengan un  bebé. Proporcionan albergue temporal, desde el inicio y hasta el término de la gestación y se les apoya para su reinserción en el área educativa.

Casa de las Mercedes, I.A.P
Miguel Schultz 18 Col. San Rafael, Del. Cuahtémoc,
C.P. 06470 Mexico City, Mexico
Teléfono: (55)  55-92-03-82  
Correo:  casadelasmercedes94@gmail.com
www.casadelasmercedesiap.org.mx

SISMO EN MÉXICO, ¡USTEDES SON MIS BRAZOS! 2>

Anunciación.- Con ocasión del tremendo sismo que sufrió México, dejando tanta destrucción en la capital y otros estados, me vino el recuerdo de una anécdota que ocurrió en Alemania, al concluir la Segunda Guerra Mundial. 

En un pequeño pueblo, la iglesia parroquial tuvo muchos daños a causa de los bombardeos.  Allí se guardaba una imagen de Cristo crucificado de gran devoción en esa región del país y de notable valor artístico.

Como consecuencia de una de las bombas, la imagen perdió los brazos. Cuando terminó la conflagración bélica, el párroco y sus feligreses se plantearon qué podían hacer con el Cristo roto.

Unos eran partidarios de dejarlo tal y como había quedado. Otros, por el contrario, preferían encargar a algún artista que hiciera una reproducción de los brazos con base a fotografías y completar así la escultura.

Finalmente prevaleció la primera de las propuestas. El Cristo quedó sin brazos, en el lugar de costumbre, pero debajo se puso una inscripción que decía: “Ustedes son mis brazos”. Sin duda, esta frase entraña un profundo significado y quedó como un símbolo del servicio que deberían de prestar los fieles a sus hermanos los hombres.

Muchas personas, a raíz del fuerte temblor de tierra, se han preguntado: ¿Y dónde estaba Dios? Pienso que la respuesta se puede dar, partiendo de esta anécdota ocurrida en Alemania, y que resulta tan actual en estos momentos de dolor y sufrimiento en nuestra nación.

Realmente es admirable el hecho de que miles de ciudadanos se encuentren trabajando incansablemente   -de día y de noche- por rescatar a las víctimas debajo de los escombros de los edificios; el que oleadas de jóvenes y personas generosas participen activamente para llevar su ayuda a las numerosas instalaciones de acopio; otros muchos, entregando personalmente -en todas las zonas afectadas del país- víveres, ropa, medicamentos, asistencia médica, colaborando en la reconstrucción de las viviendas, etc.

Pero no ha sido sólo eso. En muchos casos los integrantes de las brigadas han brindado palabras de ánimo y de consuelo a quienes han padecido lesiones, heridas y pérdida de sus familiares y sus casas; han sido miles las elocuentes manifestaciones de verdadera fraternidad.

Por ejemplo, en los edificios caídos en la Ciudad de México, ubicados en las inmediaciones de las calles Gabriel Mancera y Eugenia, en la colonia del Valle, el dueño de una miscelánea cercana decidió no cobrarles a los brigadistas para que dispongan de líquidos y alimentos y continúen con su ingente labor. Y así tantos ejemplos.

Me edificó sobremanera observar a cientos de jóvenes y adultos –mujeres y hombres- descargando los víveres de enormes vehículos, coordinándose para ordenarlos y subirlos a otros camiones de carga y que sean llevados a las poblaciones donde más se requieran.

Antes de ponerse en marcha esos vehículos, los jóvenes escribieron con marcadores en los blancos costados de cada tráiler, emotivos mensajes de ánimo y solidaridad.

El lema: “¡Ustedes son mis brazos!” se ha convertido en una maravillosa realidad en nuestra patria, dando un inolvidable ejemplo a toda la ciudadanía y al resto del mundo.