Anunciación.- Según el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, los Estados deben cerciorarse de que las armas nucleares no se vuelvan a utilizar nunca más. El Movimiento llevará este mensaje a la Segunda Conferencia Sobre el Impacto Humanitario de las Armas Nucleares, que se lleva a cabo en Nayarit, México, a partir del día de hoy y el 14 de febrero de 2014.
El Movimiento exhorta a los Estados a prohibir y eliminar las armas nucleares de una vez y para siempre, en función de sus obligaciones actuales debido a las consecuencias humanitarias catastróficas de las armas.
La reunión en Nayarit es la continuación de la Conferencia de Oslo de 2013, donde por primera vez los gobiernos se reunieron con las organizaciones internacionales y de la sociedad civil para discutir las consecuencias humanitarias de las armas nucleares. La Conferencia de Oslo resaltó, entre otras cosas, que las víctimas y los daños serían de tal magnitud que la prestación de asistencia adecuada sería casi imposible en caso de una explosión nuclear.
En el período previo a la conferencia en Nayarit, 21 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en América, el Caribe, África, Europa, Asia, el Pacífico y el Medio Oriente se reunieron para discutir maneras de difundir las preocupaciones del Movimiento y su posición en cuanto a las armas nucleares.
“Las consecuencias humanitarias luego de una explosión nuclear causarían una devastación sin precedentes. Cualquier operación de rescate y ayuda a los afectados por parte del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja sería prácticamente imposible. La inhabilidad de contar con acceso seguro de los equipos de rescate dificultaría más las operaciones de auxilio a la población,” dijo Fernando Suinaga Presidente de la Sociedad de la Cruz Roja Mexicana, como integrante del Movimiento, en Nayarit.
En su reunión del Consejo de Delegados, celebrada en Sydney en noviembre pasado, la Cruz Roja y la Media Luna Roja, a través de un plan de acción de cuatro años, renovó su compromiso de colaborar con los gobiernos, los encargados de la toma de decisiones y otros actores pertinentes sobre las cuestiones humanitarias y de legalidad asociadas con las armas nucleares.
“Esperamos que las lecciones aprendidas de Hiroshima y los nuevos conocimientos adquiridos en las reuniones de Oslo y Nayarit se incluirán en las reflexiones de los Estados mientras se considera la mejor manera de avanzar en el desarme nuclear en el siglo XXI”, añadió la señorita Beerli.