Anunciación.- Durante el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) manifestó la necesidad de impulsar y fortalecer políticas públicas de manera integral, orientadas a atender las causas que provocan el trabajo y la explotación de niñas, niños y adolescentes.
Los datos estadísticos reflejan que los esfuerzos por erradicar la explotación de niñas, niños y adolescentes necesitan redoblarse urgentemente. En 2013, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) estimó que el 43.1 por ciento de las niñas, niños y adolescentes que trabajaban no asistía a la escuela, que el 61.7 por ciento estaban contratados por un familiar y 31.5 por ciento se encontraban expuestos a riesgos en su trabajo. Los sectores en dónde más trabajaron en ese año son, en orden descendente: agropecuario, comercial, servicios, manufacturas, construcción y otros no especificados. También reportó que la gran mayoría de ellas(os) percibía ingresos inferiores a dos salarios mínimos, mientras que un 20 por ciento no recibía salario.
En razón al género, los niños superaban en número a las niñas en todos los sectores, con excepción del trabajo en el hogar, actividad que es considerada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) una de las peores formas de trabajo infantil, pues genera múltiples violaciones a sus derechos, tales como el alejamiento del entorno familiar, deserción escolar, jornadas excesivas, así como la exposición a riesgos de salud y accidentes.
En los últimos años se han verificado ciertos avances en la erradicación del trabajo infantil, aunque de forma paulatina. La semana pasada, Thomas Wissing, director de la Oficina para México y Cuba de la OIT, dio a conocer que actualmente trabajan en el país alrededor de 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes de entre 5 y 17 años, es decir, un 8.6 por ciento de la población total de esa edad, y reveló que Guerrero, Oaxaca y Chiapas son los Estados con mayor porcentaje de niñas, niños y adolescentes que trabajan, con 14 por ciento, 11.7 por ciento y 11 por ciento, respectivamente, y cuyas actividades se concentran en el sector primario (agricultura).
La OIT reconoce que los adelantos hacia la eliminación del trabajo infantil han sido complicados, sobre todo en la agricultura, debido a la dificultad de llegar a las niñas y niños que trabajan en zonas rurales.
El trabajo y la explotación infantil en cualquiera de sus formas, constituye una violación a los derechos de niñas, niños y adolescentes y una manifestación de la pobreza, la vulnerabilidad y la exclusión social imperante en México. Ellas(os) no eligen trabajar si no que para muchas familias, su incorporación al mercado laboral representa una fuente de ingresos más para asegurar su supervivencia, o bien una actividad culturalmente aceptada como modus vivendi ante las dificultades para acceder a la educación y otras oportunidades de desarrollo individual y comunitario.
Con motivo de esta fecha, la CNDH en conjunto con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia y la Comisión de Derechos Humanos, ambas del Estado de Campeche, se organizó el Foro “Retos en la Eliminación del Trabajo Infantil”, con el objetivo de generar y visibilizar la situación de las niñas y niños que trabajan, la de los adolescentes mayores de 15 años que desempeñan alguna actividad laboral remunerada o no, así como las violaciones a derechos que sufren diariamente, a fin de impulsar acciones y políticas públicas tendentes a su erradicación.
Fuente: CNDH
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