Elsa Rodríguez Osorio
María Guadalupe Castillo Novoa y sus 4 hijas, originarias de Guadalajara sufrieron una gran frustración porque no pudieron entrar a la misa que oficio el Papa Francisco en la Basílica de Guadalupe. Tenían boleto de entrada pero el acceso era en la puerta 4 la cual estaba ubicada lejísimos de la Basílica ya cerca del metro Martín Carrera por lo que tuvieron que caminar cuadras y cuadras sin ningún resultado. Lo mismo pasó con algunos centenares de fieles que venían de varias entidades de la república, incluso del extranjero que no pudieron entrar a pesar de tener boleto. Se dio la orden que nadie pasaría después de las 4 de la tarde y la misa se inició a las 5. Se culpó de todo al Estado Mayor Presidencial. Lo peor es que al estar cerradas las vialidades en una gran área se tuvo que batallar para encontrar transporte. Muchas andaban perdidos.
Entre los que estuvieron en las vallas sobre Calzada de Guadalupe, se encontraba un grupo de jóvenes de la Universidad Selesiana de México que están haciendo una maestría en fotografía e hicieron un videoclip de la visita del Papa. Una de las participantes Fernanda Riva de 19 años dice el Papa trae una esperanza para los mexicanos pero que para cambiar algo se debe empezar por uno mismo.
Por su parte Manuel Torres, de 24 años opina que el Papa promueve mucho la fe y le da a la gente esperanza.
Juan María Silva jubilado de 73 años dijo que el “Papa trae la paz para todo mundo y pide con fervor por los pobres por aquellos que no tienen techo”.
La nota de color lo dieron los vendedores de banderines, posters, rosarios, charolas, platos con la efigie, llaveros, oraciones, La mayoría de los artículos costaban 10 pesos excepto las playeras.