Anunciación.- Organizaciones de la Sociedad Civil, registradas en la base de datos Red Familia han recibido una encuesta de parte de Filantrofilia AC, aliada de Monsanto. Esto porque, a decir de Red Familia, “sólo querían ser evaluadas”.
La evaluación institucional de Filantrofilia es gratuita. De esta manera, llega al mayor número de organizaciones de la sociedad civil y garantiza el paso a Monsanto.
Red Familia asegura que ignoraba que Filantrofilia fuese encargada de administrar 250 mil dólares a través del programa de donativos de Monsanto, transnacional que amenaza al maíz tradicional y la producción apícola. Cabe señalar que el programa de donativos de Monsanto, denominado “Semillero del Futuro” se repite este 2015 por segundo año consecutivo en México. La convocatoria 2015 fue anunciada el uno de septiembre pasado y concluye el 31 de octubre. Filantrofilia AC hará la tarea de evaluación y distribución del dinero de Monsanto en conjunto con la firma Sustentarse.
Los recursos, dice su convocatoria “serán distribuidos, entre los mejores proyectos, que resultarán de un proceso de evaluación liderado por un comité dictaminador”. Esto, para “impactar a comunidades rurales o semi-rurales de menos de 100 mil habitantes en los estados de Chiapas, Campeche, Hidalgo, Yucatán y Oaxaca.” Estados que, con “Semillero del Futuro”, podemos ya considerar de altísimo riesgo para los agricultores.
En Change.org hay precisamente una campaña de emergencia contra la siembra de soya transgénica. La campaña que pide a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que impida la siembra de transgénicos en la zona, fue lanzada por Gustavo Huchin Kahuich, apicultor maya de Holpechén, Campeche.
Cabe mencionar que la convocatoria de “Semilleros del Futuro, Edición 2015” avisa que los proyectos seleccionados deberán ejecutarse en un plazo no mayor a un año a partir de la asignación de los recursos, y deberán ser en tres áreas: “capacitación no formal, desarrollo e implementación de innovaciones para el campo y empoderamiento de las comunidades rurales”. Así es como Monsanto se introduce al campo mexicano, con donativos de su fundación distribuidos a través de Filantrofilia AC. Su presidente y director general en Latinoamérica Norte es Manuel Bravo.
A las organizaciones registradas en la base de datos de Red Familia, hemos de advertirles que con la autorización de cultivos transgénicos en soya y el peligro de la liberación comercial de maíz transgénico se continúa y aumenta la dependencia del uso de plaguicidas peligrosos para el ecosistema del medio ambiente y la salud humana. Así lo declara la Red de Acción en Plagicidas y sus Alternativas en México (RAPAM) AC, miembro de de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas en América Latina (RAP-AL) y de PAN Internacional, entre otras otras organizaciones dedicadas a la investigación científica para el cuidado del medio ambiente y la salud.
RAPAM advierte los daños provocados por la soya y algodón transgénico tolerante al herbicida glifosato, con gen propiedad de Monsanto; el maíz transgénico tolerante al herbicida glifosato y/o glufosinato de amonio promovido por Monsanto, Syngenta, Dow, PHI (Dupont); así como el algodón transgénico resistente a glifosato y/o glufosinato de amonio promovido por Bayer. Asegura que sstas sustancias causan daño en el material genético (ADN) y metabólico de especies benéficas, como las lombrices de tierra, anfibios, peces y mamíferos pequeños. A los agricultores les puede provocar cuadros asmáticos, ulceraciones en garganta, arritmias cardiacas e incluso un aumento en el riesgo de padecer diabetes, arterioesclerosis y malformaciones congénitas durante la gestación. Esto último, porque cuando las mujeres embarazadas están expuestas, el glufosinato atraviesa la barrera placentaria y el feto entra en contacto.
Los maíces transgénicos Bt, advierte RAPAM, son resistentes a insectos lepidópteros que se usan en técnicas agroecológicas para proteger y aumentar la eficacia de por lo menos 25 insectos parasitoides y 20 predadores, controladores naturales de plagas del maíz tradicional, presentes en parcelas campesinas del centro de México. El peligro consiste en que “con la liberación de maíz Bt se elimine el hospedero y se reduzcan las poblaciones de estos insectos benéficos, lo que provocaría que las plagas secundarias que actualmente controlan se conviertan en plagas primarias, frente a las cuales el Bt no tendría nada que hacer, requiriendo mayor uso de plaguicidas”, independientemente de que también haría a los agricultores dependientes del maíz transgénico, ya que el maíz tradicional no resistiría a los nuevos contaminantes (glifosato y glufosinato), situación que atenta contra la soberanía alimentaria en México.
En este país, denuncia RAPAM, se han ignorado las propuestas de prohibición paulatina de plaguicidas altamente peligrosos como una medida de reducción de riesgos en el Convenio Enfoque Estratégico para la Gestión de Productos Químicos (SAICM) a nivel Internacional y se ha ignorado, también, la propuesta general de la FAO que invita a considerar la eliminación gradual de los plaguicidas altamente peligrosos identificados por la FAO y la OMS. Esto, no obstante que la reunión de consulta de SAICM con los países de América latina y el Caribe, fue realizada en la Ciudad de México del 19 al 22 de agosto del 2013, cuando se aprobaron dos recomendaciones: que se realice una encuesta de la situación de los plaguicidas altamente peligrosos en la región, incluyendo a los plaguicidas perturbadores endocrinos y que la FAO elabore un informe sobre las alternativas, dando prioridad a las alternativas agroecológicas.
Para ello, dice RAPAM, “el gobierno de México no debe seguir ignorando estas propuestas e iniciativas y deben involucrarse las Secretarías competentes abriendo los canales de participación de las organizaciones y de los expertos de la academia y los centros de investigación con experiencia de campo en este tema”.
“Se requiere un cambio de las políticas para el control del uso de plaguicidas, que prevenga los riesgos a la salud y el medio ambiente y promueva medidas para su reducción y sustitución creciente, fomentando alternativas agroecológicas, que permitan producir alimentos y lograr la soberanía alimentaria en México”.
Ver referencias en Omar Arellano, UCCS 2013.
Para mayor información: Fernando Bejarano, Director de RAPAM. Correo: coordinacion@rapam.org.mx, www.rapam.org