Anunciación.- Los niños cuyas madres estuvieron expuestas a altos niveles de partículas finas de polución en la última etapa del embarazo tienen hasta dos veces más riesgo de desarrollar autismo que los demás niños, informaron el jueves científicos de la Escuela de Salud Pública de Harvard.
Cuanto mayor sea la exposición a partículas finas emitidas por incendios, vehículos y chimeneas industriales, mayor es el riesgo, concluyó el estudio, publicado en Environmental Health Perspectives.
Investigaciones previas también hallaron una conexión entre el autismo y la contaminación, entre ellas un estudio del 2010 que concluyó que el riesgo de autismo se duplicaba si una madre, durante su tercer trimestre, vivía cerca de una autopista.
El estudio de Harvard incluyó a niños de 116 mil 430 mujeres en el Nurses’ Health Study II, un estudio que comenzó en 1989. Los investigadores recogieron información sobre dónde residían las mujeres durante su embarazo y los niveles de polución de partículas.
Luego compararon los registros prenatales de 245 niños con trastorno del espectro autista con los de mil 522 niños con un desarrollo normal, todos nacidos entre 1990 y 2002.
La comparación no mostró que hubiera una asociación entre el autismo y la polución de partículas finas antes o a comienzos del embarazo, o después del nacimiento del niño. Pero altos niveles de exposición durante el tercer trimestre duplicaban el riesgo de autismo.
La evidencia de que la exposición de una embarazada a la polución del aire afecta el riesgo de autismo de su hijo “es cada vez más firme”, dijo el epidemiólogo de Harvard Marc Weisskopf, quien encabezó el estudio.