Anunciación.- Papa Francisco ofició misa para migrantes, en la frontera de Ciudad Juárez y el Paso, Texas, en donde afirmó que siempre hay  tiempo de reaccionar  y cambiar todo lo que nos está degradando como humanidad, tiempo de arrepentirse y  con la misericordia de Dios y el donde las lágrimas y la conversión abrir el corazón.

La misericordia divina rechaza la maldad, expuso, se acerca a toda situación para transformarla .y acercarse a la conversión porque la misericordia es escudo y fortaleza.

Son las lágrimas, aclaró el Sumo Pontífice, las que pueden dar el paso a la trasformación, las que pueden purificar, las lágrimas que sensibilizan la mirada y las actitudes adormecidas.

No más explotaciones, no más muertes, siempre hay tiempo de cambiarlo, una oportunidad de explorar la misericordia del Padre, dijo Papa Francisco.

Reconoció el trabajo que hacen religiosos y sociedad civil por los migrantes que se la juegan por ellos, arriesgando muchas veces su vida  en su defensa y los llamó  profetas  de  la misericordia.

Agradeció a quienes del otro lado de la frontera comparten un solo sentimiento, hermanos y hermanas de El Paso, que nos hacen sentir una sola familia, una sola comunidad cristiana.