Anunciación.- Dentro de un ambiente polarizado por la despenalización del aborto en el estado de Guerrero, María del Carmen Alva, presidenta del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer y la Familia AC (IRMA), impartió en esa ciudad la conferencia “Consecuencias del aborto, una mirada al interior de la Mujer”, la presidenta de IRMA, mencionó algunas expresiones de mujeres que se han acercado al instituto y que le han dicho frases como: “la vida después de un aborto no es vida”, “me dijeron que regresaría a mi vida normal”, “que no es un aborto, es una ILE, tan sólo son unas pastillas y un sangrado”.

La Comisión de Equidad de Género y Salud del Congreso de Guerrero se reunió durante una hora con Maricarmen Alva, quien gracias a las cifras y frases testimoniales que mostró sobre los trastornos mentales y las secuelas que deja el aborto en la mujer, pareja y/o familia, logró sensibilizar a los legisladores sobre un tema que, -ellos mismos mencionaron-, no había sido tocado en comisiones, las consecuencias directas de una pérdida gestacional.

Más tarde en Acapulco, la especialista se dirigió a la sociedad civil en una conferencia y  afirmó que: “cuando no hay opciones, no hay decisión y cuando la persona además no es informada de manera completa y veraz sobre los efectos secundarios o secuelas probables, de experimentar uno o más abortos inducidos es un acto de violencia”.

Maricarmen Alva citó algunos estudios internacionales publicados como The Journal of Child Psychology and Psichiatry, sobre daños que trae el aborto, con 25 años de investigación demuestran “que entre los 15 y 18 años de edad hay una probabilidad del 78.6 por ciento de sufrir depresión, 64.3 por ciento padecer ansiedad y un 50 por ciento de ideas suicidas” y agregó que en “IRMA a través de diagnósticos clínicos e instrumentos validados por el Instituto Nacional de Perinatología, el 94 por ciento de las pacientes atendidas en 2013, presentaron depresión y un 68 por ciento el trastorno de ansiedad denominado Trastorno de Estrés Postraumático, esto demuestra una vez más lo grave del aborto”.

“Los trastornos dejan a la mujer en un estado de duelo complicado, las incapacita para desempeñar sus actividades cotidianas, las aísla, las hunde en una sensación de vacío, incomprensión, irritabilidad, poca valía que llega a derivar en deseos de no seguir viviendo”, expresó la especialista.

Existen coincidencias significativas constatables en el sentir de las mujeres que han experimentado esta situación, “hay mucho más allá del aborto que un tema de opinión; es un tema de salud pública”, dijo la presidenta de IRMA y presentó las siguientes cifras:

De cada 10 mujeres que han acudido a IRMA solicitando ayuda posaborto:

-7 presentan Trastorno Depresivo Mayor
-6 sufren Trastorno de Estrés Postraumático (ansiedad  por la experiencia)
-4 menor rendimiento de estudios o trabajo
-1 se embaraza en sustitución
-1 intentó suicidarse

La mujer que presenta un embarazo en crisis o que se percibe vulnerable frente a este, merece un cuidado y acompañamiento especial. La mujer no solo es el soporte emocional de la familia, lo es también material y en muchas ocasiones es cabeza de familia.

Para finalizar María del Carmen Alva hizo un llamado a la sociedad civil y a las autoridades para que asuman la responsabilidad y la obligación de brindar información completa y una respuesta comprometida, hacia la salud física y mental de la mujer, en reconocimiento y agradecimiento por cuánto vale su persona completa junto con su hijo, para nuestras familias y sociedad.

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