LIDERAZGO 2

6 julio, 2021

La pluralidad de opiniones es un ambiente propicio para la innovación, procure no desistir de una buena idea, aun cuando no se la compren al principio. Pero cuando la gente se resista a la innovación y al cambio, es porque necesita confiar más, antes de comprometerse.

La creatividad se consigue estudiando mucho el aspecto que interese –sin perder la visión de conjunto-, para encontrar nuevos modos y/o caminos para hacer las cosas.. No apresure la creatividad, la impaciencia es enemiga de la innovación.

Aprenda a escuchar ideas de otros y analizarlas, enriqueciéndolas, con la propia experiencia. Atrévase a ponerlas a prueba con la realidad.

Para ir adelante, además de la creatividad se precisa la confianza. “La constancia todo lo alcanza”. Ello le permitirá vislumbrar nuevos caminos. Las personas y las empresas siempre aprenden más tomando riesgo, que de apostar siempre por lo seguro. Invierta su tiempo en criticar positivamente, creando soluciones mejores.

Mejore cada día en algún punto concreto de su trabajo. Mantenga la mente abierta, flexible y con sana curiosidad a nuevas ideas. Puede tener a mano una agenda electrónica; a veces las grandes ideas surgen a medianoche.. Recuerde que no se es más comunicativo si se usa laptop. Cualquier técnica, si estorba la comunicación, es preciso desecharla.

 

Visión a largo plazo:

“A cada día le basta su afán”. El líder vive simultáneamente este adagio, al exprimir intensamente cada momento, haciendo lo que se debe y estando en lo que se hace. Su visión es de largo plazo, conjugando con el corto y mediano plazo. Desarrolla una visión positiva. Prevé y ve el éxito (antes de que llegue) y se prepara para gestionarlo lo mejor posible.

Sabe que los medios y el fin mantienen una relación indisoluble (el fin no justifica los medios), y jamás lo separa.

Cuando no alcanza una meta, se afana para descubrir la causa y salir del error. Aprende de los errores y se pregunta: ¿Cómo puedo hacerlo mejor la próxima vez?

Periódicamente analiza su sentido de dirección, lo que está fuera de enfoque (errores prácticos, actitudes inadecuadas, falta de visión, etc.) y con lo que aprende afina la puntería. Cuando se desvía, regresa al plan inicial y lo modifica conforme a las necesidades del logro y las circunstancias. Vuelve siempre a lo básico.

Cuando el éxito parece tardar y se encuentra extenuado; recuerda entonces que quienes ganan las batallas son los soldados cansados con el aliento de sus jefes.

Cuando alcanzar el objetivo tarda, es preciso mantener en la mente que sólo le falta un paso más para conquistar el objetivo. Enlista todas las razones por las que desea alcanzar la meta.

El líder puede preguntarse: ¿esta meta es realmente importante para mis objetivos a largo plazo? ¿Esta meta me permite alcanzar los objetivos a corto plazo?  Nunca evita un inconveniente personal, si resulta o impulsa a una mejora permanente. Recuerde que –a veces- las cosas han de empeorar, para mejorar después.

El perder una batalla no significa perder la guerra. En ocasiones, los grandes problemas, disfrazan grandes oportunidades.

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