Anunciación.- La Organización Mundial de la Salud (OMS) dio a conocer el “Informe de la Comisión para acabar con la obesidad infantil”, el cual destaca que este problema de salud está tomando proporciones alarmantes en muchos países y supone un problema grave que se debe abordar con urgencia.
El documento consta de 68 páginas en el que se analizan causas, consecuencias sobre este problema de salud y en el cual exhorta a la sociedad en general a ser más efectiva en la lucha de este padecimiento.
En los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por las Naciones Unidas en 2015, la prevención y el control de las enfermedades no trasmisibles se consideran prioridades básicas. Entre los factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles, la obesidad suscita especial preocupación, pues puede anular muchos de los beneficios sanitarios que han contribuido a la mejora de la esperanza de vida.
El informe destaca la prevalencia de la obesidad entre los lactantes, los niños y los adolescentes va en aumento en todo el mundo. “Si bien en algunos entornos las tasas se han estabilizado, en cifras absolutas hay más niños con sobrepeso y obesidad en los países de ingresos bajos y medianos que en los países de ingresos altos. La obesidad puede afectar a la salud inmediata de los niños, al nivel educativo que puede alcanzar y a la calidad de vida. Los niños con obesidad tienen muchas probabilidades de seguir siendo obesos en la edad adulta y corren el riesgo de sufrir enfermedades crónicas”, señala el informe.
“Los progresos en la lucha contra la obesidad infantil han sido lentos e irregulares. En 2014 se estableció la Comisión para acabar con la obesidad infantil a fin de que examinara los mandatos y estrategias existentes y los ampliara para resolver carencias. Tras mantener consultas con más de 100 Estados Miembros de la OMS y examinar casi 180 comentarios en línea, la Comisión elaboró un conjunto de recomendaciones para combatir con eficacia la obesidad en la infancia y la adolescencia en diferentes contextos mundiales”, dice el Informe.
Fuente: OMS