Elizabeth Cruz M.
Anunciación.- Esta mañana el Papa Francisco viajó a San Cristóbal de las Casa, Chiapas, donde indígenas chiapanecos se reunieron frente a una réplica la Catedral de este municipio, para presenciar una ceremonia que se distinguió por estar llena de la tradición del lugar.
Durante la homilía el Papa hizo un llamado para que cuidemos la tierra, dijo que el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos impactan a todos, aseveró  “ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”. Aseguró que la violencia que hay en el corazón humano se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, esta nuestra oprimida y devastada tierra que “gime y sufre dolores de parto”.
Aseguró que en este tema, los pueblos indígenas tienen mucho que enseñarnos porque ellos saben relacionarse armónicamente con la naturaleza, a la que respetan como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano. Sin embargo, indicó, estos pueblos son incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones. Es lamentable, dijo, que otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminan. Invitó a todos a hacer un examen de conciencia y aprender a decir “perdón hermano”, porque el mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita.
Al final de la Ceremonia dos matrimonios de las comunidades de Tenejapa y Cascajal, agradecieron, en dialecto tzotzil, al Papa por su visita, pues pone su corazón cerca del de ellos, dijeron sentirse contentos pues su visita aumenta su fe en Dios y que a pesar de ser víctimas de injusticias y de los desprecios de muchas personas él ha querido visitarlos. Pidieron al Papa que los ayude a seguir cuidando a la madre tierra,  pues “Dios, los árboles, las plantas silvestres, el agua, los manantiales y nosotros, somos un solo corazón”.
Así también, se sintieron felices porque el Papa autorizó nuevamente el diaconado permanente indígena y por haber permitido, en la misa y el ritual, sus idiomas, pues así, dijeron, podemos comprender lo que Dios nos quiere comunicar y podemos así responderle en nuestra propia lengua. “Gracias Tatic Francisco”.  Por último, obsequiaron al Papa cuatro Biblias traducidas en dialecto Tzotzil, Tzetzal, Tojolabal y Maya. A su vez, el Papa obsequio a Monseñor Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de las Casas, un donativo con el que se realizarán 2 albergues para los migrantes.