Elsa Rodríguez Osorio.
Anunciación.- En marzo 2013 Jorge Mario Bergoglio, cardenal y arzobispo de Buenos Aires, viajó a Roma para asistir al cónclave donde elegirían al sucesor de Benedicto XVI y para su sorpresa él fue elegido para ocupar la silla de Pedro. No se lo esperaba. Sus planes eran otros: cumplidos los 77 años pensó en su cercano retiro y solicitó a las hermanas del Buen y Perpetuo Socorro, que atienden el asilo para ancianos sacerdotes que le reservaran un lugar.
El asilo está ubicado en el barrio de Flores donde Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936, hijo de emigrantes italianos. Su padre: Mario José, era empleado ferroviario y su madre Regina María Sivori, se dedicó a la crianza de sus 5 hijos. El barrio de Flores -al oeste de Buenos Aires- es un suburbio de clase media, donde Jorge Mario asistió a la escuela pública donde egresó como técnico químico. Asistía a la iglesia de San José y pateaba la pelota en el parque.
Ingresó a la compañía de Jesús a los 22 años. Se ordenó sacerdote en 1969. Estudió filosofía y Teología, Fue provincial de los jesuitas de Argentina por 6 años. Luego colaborador del cardenal argentino Antonio Quarracino. Y en 1992 Juan Pablo II lo nombró obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires. Enseguida vicario general de la arquidiócesis. En 1997 arzobispo coadjutor de Buenos Aires y a la muerte del cardenal Quarracino, en 1998, arzobispo, primado de Argentina. Tres años después, Juan Pablo II lo designó cardenal
SU PROVERVIAL MODESTIA
Antes de ser religioso fue ayudante en una florería y asistente en un laboratorio de pruebas clínicas. De joven le gustaba la ópera, el futbol y el tango. Su equipo es San Lorenzo de Almagro .
Cuando era cardenal y arzobispo de Buenos Aires, vivía en un modesto departamento, él mismo se cocinaba y seguido utilizaba el trasporte público o el Metro. Nunca ha tenido auto propio. Su afán era ver a la gente y conocer sus problemas de primera mano.
Esa austeridad la ha llevado al Vaticano. Ha abolido los bonos financieros y los títulos honoríficos. Dejó los aposentos del Palacio Vaticano y vive en la casa Santa Marta, residencia donde se hospedan religiosos que van a arreglar algún asunto al Vaticano. Prefiere transportarse en un miniauto y no en la elegante limusina.
No calza las zapatillas rojas de seda que usan tradicionalmente los Papas. Prefiere sus zapatos negros que un paisano le regaló.
Almuerza en el comedor común de la casa Marta. Y come siempre en la misma mesa y a menudo invita a alguno de los huéspedes a su lado a platicar sobre sus problemas. Una vez entró sorpresivamente a la cocina y el personal en ese momento estaba comiendo, así que les pidió que si podía sentarse con ellos. Aceptaron encantados, y platicaron de su vida y problemas. .
Su biógrafo Javier Martínez Brocal dice que es cercano, espontáneo, sencillo, pero no es débil y cuando toma una decisión la sigue sin volver atrás. Afirma que para emular a Francisco no hay que hacer lo que él hace sino mirar como él mira. Él lo llama discernimiento, no tener límite para lo grande pero concentrarse en lo más pequeño. El Papa gobierna con firmeza, pero con dulzura, que es una de sus cualidades.El Papa Francisco le ha dicho a sus cercanos que cuando muera quiere ser recordado sólo “como un buen tipo”.