Elizabeth Cruz y Salvador Estrada
Anunciación.- Esta mañana el Papa Francisco fue recibido por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, en Palacio Nacional, donde recibió de manera formal la bienvenida a nuestro país. El Papa dijo sentirse feliz de pisar tierras mexicanas pues ocupan un lugar muy especial en el corazón de las Américas.

Aseguró que se presentaba en este país como misionero de misericordia y paz, pero también como hijo que quiere rendirle homenaje a su madre, la virgen de Guadalupe, “y dejarse mirar por ella”.

Al casi finalizar su participación el Papa hizo un llamado a los dirigentes de la vida social, cultural y política, dijo que les corresponde de modo especial trabajar para ofrecer a todos los ciudadanos la oportunidad de ser dignos autores de su propio destino, en su familia y en todos los círculos en los que se desarrolla la sociabilidad humana ayudándoles a un acceso efectivo a los bienes materiales y espirituales en un ambiente sano de paz.

El Presidente Peña Nieto dijo que México es un pueblo orgullosamente guadalupano y que los ciudadanos conservan valores que es el respeto y la tolerancia y nos hace mejores personas.

México, señaló el presidente, quiere al Papa por su sencillez y miles de mexicanos le han manifestado su fe y su cariño a lo largo de las vallas.

Durante el encuentro privado que tuvieron el Papa y el Presidente intercambiaron regalos, Su Santidad le obsequió un mosaico con la Virgen de Guadalupe hecho por artesanos italianos. El Presidente Peña Nieto le entregó un árbol de la vida realizado en Metepec, Estado de México.

Por otra parte, en el Encuentro con los Obispos, que también tuvo lugar esta mañana pero en la Catedral Metropolitana, el Cardenal Norberto Rivera, arzobispo de la ciudad de México, y Cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, dieron la bienvenida a Papa Francisco recordando que era la segunda vez que estaba ahí en catedral metropolitana un Papa. El primero fue, el 29 de enero de 1979, JPII.

El Papa fuera de su discurso les pidió a los obispos que gritaran cuando tengan que gritar y que pelearan cuando tengan que pelear para luego pedir perdón.

El Cardenal Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, dijo que los Obispos de México están agradecidos con Dios por su visita y que México que es un país bendecido por Dios que le dio grandes recursos naturales, pero que enfrenta situaciones difíciles. Sin embargo ante esta realidad el mensaje de su santidad es un aliento que ayudará a la Iglesia a confirmarse en la fe, esperanza y la caridad.

Por su lado, el Papa agradeció a los Cardenales, Obispos y miembros de la Conferencia del Episcopado Mexicano que lo recibieran en esta “casita sagrada”, por ser el lugar donde se halla el corazón secreto de cada mexicano. Indicó que la “Virgen Morenita” nos enseña que la única fuerza capaz de conquistar el corazón de los hombres es la ternura de Dios.

Pidió a los Obispos que sus corazones sean capaces de seguirlos y alcanzarlos más allá de las fronteras, que refuercen la comunión con sus hermanos del episcopado estadounidense, “para que la presencia materna de la Iglesia mantenga viva las raíces de su fe, las razones de su esperanza y la fuerza de su caridad”.

Esta mañana también recibió de manos de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno de la Ciudad de México, las llaves de la ciudad por ser un huésped distinguido. Por su parte los Obispos le entregaron una medalla conmemorativa en la Catedral.