Elsa Rodríguez Osorio.
Anunciación.- Cerca de las 9:30 de la mañana pasó el papamóvil por la calle 20 de Noviembre. De lado a lado de la  calle estaba la gente echando porras: “Francisco Hermano, ya eres mexicano”, “viva la Virgen de Guadalupe, “Viva el Papa”,” Viva la iglesia católica”, Viva Cristo Rey”, Niños, jóvenes , señoras y señores,  ancianos, agitaban banderines de color blanco y amarillo con la imagen del Papa.También en cada tramo de las vallas, había una imagen del Santo Padre de tamaño natural, saludando con su eterna sonrisa.

La mañana estaba fría pero el ánimo no decaía. Cuando pasó su Santidad fue como un suspiro. Luego la gente caminó hacia el zócalo. Las tribunas estaban llenas  pero el público podía entrar a la plancha del zócalo sin problemas, había vigilancia y vallas por donde debía hacer su recorrido el papamóvil después de salir de Palacio Nacional. La gente aguardaba impaciente, el sol empezaba a calar. Por las pantallas gigantes se escucharon los discursos del presidente Peña (que fue abucheado), Luego habló el Papa que empezó su discurso diciendo  que venía a México sólo como un peregrino y a visitar a la virgen de Guadalupe (fue ovacionado).
Un rato después salió el Papa de Palacio Nacional y abordó el papamóvil. La campanas de catedral empezaron a sonar, despacio le dio la vuelta al zócalo, la gente gritaba con entusiasmo y cientos de manos se alzaron con los celulares para tomar la foto. Frente a catedral lo espera, en una pequeña plataforma, forrada de alfombra roja,  el jefe de gobierno capitalino, doctor Miguel Ángel Mancera, quien le entregó un pergamino enmarcado donde se le declara visitante distinguido y las llaves de la ciudad. Aunque en realidad, es una sola llave y está compuesta por dos piezas: un vástago de  plata y una medalla calada en plata pura con el escudo de la ciudad de México, Por su parte el Papa le entregó a Mancera un pequeño regalo.
Inmediatamente después el Papa ingresó a catedral para tener una reunión con los obispos y sacerdotes. Al entrar, frente al altar del Perdón, con recogimiento se tomó unos minutos para orar.