Anunciación.- Solamente 21 días separan al Papa Francisco de México, donde ya lo aguarda un recorrido que estará repleto de seguidores, acompañándolo en cada calle, y en cada metro que recorra impartiendo su bendición a los fieles que probablemente solo lo vean pasar una fracción de segundo, pero que estarán presentes para manifestarle todo el cariño a S.S.
Ciudad Juárez, Chihuahua, será la última escala del viaje, de esta ciudad partirá a Roma, despedido por música de mariachi, Francisco se llevará los corazones y las oraciones del pueblo mexicano que esperará para verlo regresar.
Chihuahua, estado fronterizo, donde solo con dar unos pasos puedes cruzar a Estados Unidos. Monseñor José René Blanco, Vicario general de Ciudad Juárez, Chihuahua, dijo que la visita de Francisco a este estado ayudará a pasar de la tristeza vivida por tantos años de violencia en la frontera a la alegría del Espíritu Santo que puede ser vivida aún en medio del sufrimiento y con mucho amor para recibir al Santo Padre con el corazón abierto, con alegría porque viene a confirmarnos en el Amor de Dios como Misionero de la Paz y de la Misericordia.
El Papa Francisco, visitará en este estado el CERESO No. 3 “en el encuentro con los presos y sus familias que será el primer lugar que el Papa ha dado en su visita a Ciudad Juárez. Cómo el Santo Padre quiere ayudar a los presos y a sus familias a encontrarse con el amor de Dios nuestro Padre, Padre misericordioso, siempre dispuesto a perdonarnos y vivir con ellos, la gracia del año santo de la misericordia”, mencionó para Radio Vaticana Mons. José René Blanco.
Posteriormente S.S. sostendrá un encuentro con el mundo del trabajo, aquí Francisco invitará a trabajar por la justicia en las relaciones laborales, por la dignidad de la persona humana, ponerla en el centro, no el dinero, no las ganancias, no la indiferencia, sino la justicia, el amor y la misericordia.
Aproximadamente a las 16:00 horas Francisco oficiará una misa “El tercer encuentro que será durante la Santa Misa en la frontera sobre todo el encuentro con los migrantes y con las víctimas de la violencia, el Papa nos está invitando en este año santo de la misericordia a reconocer el rostro de Cristo sufriente, en el rostro de nuestros hermanos víctimas de la violencia y en el rostro de los migrantes para recibirlos con amor y servirlos con alegría”.
“El Santo Padre quiere celebrar esta Misa en la frontera entre México y Estados Unidos para invitarnos a construir no muros de indiferencia allí frente al lugar donde él va a celebrar está el muro que se ha construido entre México y Estados Unidos como un signo de rechazo al migrante y el Papa nos está invitando a derribar esos muros de indiferencia, de rechazo, de odio y construir, colaborar con Dios, con el Espíritu Santo en construir puentes de comunión, de fraternidad, de solidaridad, de amor”, informó para Radio Vaticana Mons. José René Blanco.