
Hogares Sor María de Jesús Sacramentado IAP: dignidad y amor para adultos mayores en abandono
Ubicado en Hermosillo, Sonora, Hogares Sor María de Jesús Sacramentado IAP es un espacio de esperanza y dignidad para personas adultas mayores que han vivido la parte final de sus vidas enfrentando el abandono, la pobreza extrema o el aislamiento social. Esta institución de asistencia privada, fundada el 13 de mayo de 1996, trabaja diariamente para que la vejez no sea sinónimo de olvido, sino de cuidados, respeto y amor.
Desde sus inicios, el hogar ha ofrecido albergue permanente, alimentación completa, atención médica y psicológica, así como espacios recreativos, actividades físicas y acompañamiento emocional a mujeres y hombres mayores en situación de vulnerabilidad. Cada residente es recibido con calidez y trato digno, adaptando los servicios a sus necesidades específicas, desde terapias físicas hasta apoyo espiritual.
Con una capacidad que ronda las tres decenas de residentes, el hogar trabaja con un modelo de atención integral y personalizada. Su equipo está formado por profesionales y voluntarios comprometidos, quienes brindan desde atención médica hasta compañía en momentos de soledad, enfermedad o duelo.
Además de los cuidados básicos, la institución se esfuerza por generar un ambiente alegre y participativo, organizando talleres, celebraciones, dinámicas culturales y convivencias comunitarias. El objetivo no es solo cubrir necesidades, sino también restaurar el sentido de vida, pertenencia y autoestima en cada persona que llega al hogar.
La labor de Hogares Sor María de Jesús Sacramentado IAP es posible gracias a donaciones y apoyos de la comunidad. Empresas, instituciones educativas, ciudadanos y voluntarios suman esfuerzos para mantener este espacio en funcionamiento y fortalecer su impacto social. Cualquier persona puede contribuir con:
- Donaciones económicas
- Alimentos no perecederos
- Medicamentos, ropa y productos de higiene
- Tiempo como voluntario o voluntaria
La institución hace un llamado constante a la solidaridad: cuidar a quienes lo dieron todo a lo largo de sus vidas es una responsabilidad compartida. Por ello, invitan a la sociedad a sumar esfuerzos para que cada adulto mayor tenga la oportunidad de vivir su última etapa en paz, en comunidad y con cuidados adecuados.