León XIV, soy un hijo de San Agustín

8 mayo, 2025

Hemos vivido unos días de emoción y de ilusión, de dolor y de amor. Un papa que se fue, hombre amado y valorado, Francisco, que dejó hasta la última gota de su vida por amor a su iglesia y un nuevo Papa que se creó y vivió en américa.

¿Pero quién es el nuevo Papa? Se trata de un matemático, americano, con suficientes credenciales para ser el elegido de los cardenales y de Dios.  

Un hombre que se presenta como hijo de San Agustín, uno de los mayores santos de la Iglesia católica, nacido en 354, conocido como un hombre en el que no hay divorcio, sino lucha, entre pecado y la virtud, dos realidades que pueden convivir y en lucha feroz en la que el bien vence al mal.

“Nos hiciste señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”, este será el itinerario de su papado.

(Foto: Vatican News)

Un cónclave vaticano ha elegido al cardenal estadounidense Robert Francis Prevost Martínez como nuevo Papa León XIV, el pontífice número 267 de la Iglesia Católica. Este sacerdote estadounidense cercano a Francisco habla español y ha trabajado casi 20 años en Perú como obispo de Chiclayo, una localidad de unos 600.000 habitantes.

Este misionero de la Orden de San Agustín, que habla más de seis idiomas, que tiene nacionalidad peruana, ha sido en los últimos años un estrecho colaborador del difunto papa y entró a su estilo, discretamente, en la lista de ‘papables’ para este cónclave, como un ‘outsider’ en medio de otros grandes nombres.

Lo más notable de San Agustín y muy posiblemente de su hijo, el nuevo Papa, será su habilidad para combinar el pensamiento de la antigua cultura con su perspectiva cristiana, convirtiéndose en una figura central para aquellos que buscaban un equilibrio entre la fe y la razón.

Así pues, como san Agustín a través de la filosofía y teología capturan la esencia de su época y la saben transmitirla a las generaciones posteriores, su contribución seguirá sigue siendo significativa, recordando su nombre y su sabiduría que aún influye en el pensamiento contemporáneo sobre la religión, la ética y la vida misma, en otras palabras,

Vientos nuevos para el mundo, vientos nuevos para la iglesia. El Pontífice n. 265 será la cabeza máxima de una iglesia que tiene más de 1.3 mil millones de personas y el líder n. 1 de la humanidad entera.

Me conformo si con esta nueva elección se templan las voces disidentes dentro de la iglesia que se sentían con derechos sólidos de calificar la conducta y las decisiones de un representante de Cristo.