Anunciación.- Monsanto, el enemigo número uno del maíz, no solo continúa al asecho de este alimento mítico y ancestral. Esta empresa que controla el 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas sigue extendiendo sus redes, tratando de convencer a los más vulnerables.

En un episodio más de ambición y de experimentos genéticos, la transnacional busca acaparar no solo los granos, sino también ahora a las Organizaciones No Lucrativas, mediante su “altruismo”. La empresa, mediante su fundaciónlanzó su convocatoria de financiamiento: Semillero del Futuro, ésta campaña se realiza para apoyar proyectos sociales que agreguen valor y dejen capacidad instalada en comunidades rurales, fomentando su desarrollo y sostenibilidad.

No cabe duda que las artimañas de Monsanto por controlar no solo las semillas, ha llegado a las comunidades rurales con el pretexto de fortalecerlas, impactando en las regiones donde sus colaboradores viven y trabajan.

Tras la promoción de las variedades de sus diferentes semillas, resulta que ahora la empresa quiere ayudar entregando apoyos económicos de hasta 25 mil USD. En realidad ¿Qué pretende Monsanto?