Anunciación.- En 1954 la Asamblea General recomendó que todos los países instituyeran el Día Universal del Niño, fecha que se dedicaría a la fraternidad y a la comprensión entre los niños del mundo entero y se destinaría a actividades propias para promover el bienestar de los niños del mundo.

Según un informe publicado por UNICEF, señala que el mundo sigue siendo un lugar profundamente injusto para los niños más pobres y más desfavorecidos, a pesar de los grandes avances logrados desde la adopción de la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989.

“En poco más de una generación, el mundo ha reducido a la mitad las tasas de mortalidad infantil, ha matriculado a más del 90 por ciento de los niños en la escuela primaria y ha aumentado en 2 mil 600 millones el número de personas con acceso a agua potable”, dijo Anthony Lake, director ejecutivo de UNICEF.

“Sin embargo, la mitad de los pobres del mundo son niños, casi 250 millones de niños viven en países asolados por conflictos, y más de 200 mil han arriesgado sus vidas este año buscando refugio en Europa”.

El informe, titulado Para cada niño, una oportunidad: la promesa de la equidad, presenta un panorama estadístico sobre los índices de los niños más marginados del mundo con respecto a los indicadores básicos del desarrollo humano. Señala que:

-Los niños de los hogares más pobres tienen casi el doble de probabilidades que los de los hogares más ricos de morir antes de cumplir cinco años, y cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela.
-Las niñas de las familias más pobres tienen cuatro veces más probabilidades que las de las familias más ricas de casarse antes de los 18 años.
-Más de 2 mil 400 millones de personas carecen todavía de retretes adecuados, y un 40 por ciento viven en Asia meridional; y más de 660 millones de personas carecen todavía de acceso al agua potable, y casi la mitad vive en África subsahariana.
-Cerca de la mitad de los 159 millones de niños que sufren retraso en el crecimiento viven en Asia meridional y una tercera parte en África.

“Estas grandes desigualdades impulsan un círculo vicioso intergeneracional de pobreza y desventaja”, dijo Lake. “Pero no tiene que ser de esta manera. Sabemos cómo reducirlo, detenerlo y convertirlo en un círculo virtuoso de progreso intergeneracional. A nosotros nos corresponde decidir si lo hacemos por medio de un mayor compromiso y de mayores recursos. Debemos hacer esta elección moral, pragmática, estratégica… y justa”.

Para cada niño, una oportunidad defiende cerrar las brechas persistentes en la equidad, y afirma que invertir en los niños, especialmente en los más vulnerables, es lo correcto tanto desde el punto de vista de los principios como de la práctica, y que esta inversión brinda numerosos beneficios no solamente a los niños, sino también a sus familias, comunidades y economías.

Informes
Unicef México
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