Elizabeth Cruz M.
Anunciación.- Justo a las 4:00 de la tarde, el Papa Francisco arribó al Estadio “José María Morelos y Pavón”, en Morelia, Michoacán, para su encuentro con 85 mil jóvenes. Ahí encontró una gran fiesta, llena de color, folklor, de tradiciones purépechas, danzas según la costumbre, hombres y mujeres con trajes típicos e inciensos purificando el lugar.
Ante un desfile de banderas, los jóvenes explicaron que cada una representaba a las 93 diócesis de México, de las cuales provenían los jóvenes ahí reunidos; jóvenes pertenecientes a grupos parroquiales de movimientos juveniles, chicos entusiastas que vinieron al encuentro para poder saludar al Papa de cerca.
El Papa se veía contento, contemplando el juego de pelota. Las mariposas monarcas simuladas, cuando se acercaron, a él, para obsequiarle con una artesanía y un ramo de flores, dijeron: “los jóvenes católicos purépechas te recibimos con el alma y estamos haciendo ruido, te recibimos con la Cruz de la Pastoral Juvenil Latinoamericana, porque tú eres latinoamericano y ella significa unión, fraternidad y amor en nuestras vidas”. El Papa canta con los jóvenes: “Vive Jesús el señor”.
Durante el encuentro, el Papa invitó a los jóvenes a sentirse, ellos mismos, la riqueza de México, la riqueza de la Iglesia, y a no dejarse excluir, desvalorizar o tratar como mercancía, a sentir la experiencia de ser amados, abrazados y acompañados, “sentirse familia, en comunidad”. Les aseguró que  Jesús nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llamaría discípulos y que Él nunca nos mandaría a la muerte sino los invitaría a la vida. Los animó a hacer camino de la mano de Cristo y a empezar una y otra vez, las veces que fuere necesario.
En el evento, los obispos de México refrendaron su compromiso de sentir pasión por los adolescentes y  jóvenes, escucharles y caminar con ellos para experimentar el amor de Dios. Por ello, hoy instituyeron el Día Nacional de la Juventud. Para ello, pidieron al Papa que bendijera “La Cruz de la Misión Joven”, la cruz con la que se inicia el compromiso en favor de la evangelización de los jóvenes para mostrarles que Cristo está vivo.