Anunciación.- Durante el 30 aniversario del Encuentro Interreligioso por la Paz entre los Pueblos, celebrado el día de ayer en Asís, Italia, el Papa Francisco, pronunció un categórico NO a la guerra, un definitivo Sí al diálogo, con un aumento del compromiso para remover las causas que subyacen en los conflictos, porque con diálogo – eficaz- y con la oración a Dios, nada está perdido, ni nada es imposible.
Esta congregación que reúne a líderes religiosos de todo el mundo, fue celebrada por primera vez en 1986 por iniciativa del Papa Juan Pablo II, con el objetivo de rezar por la paz en todo el mundo.
Durante la reunión, los líderes religiosos pidieron que crezca un compromiso concreto para remover las causas que están debajo de los conflictos, es decir, las situaciones de pobreza, la injusticia y desigualdad, la explotación y el desprecio de la vida humana.
“Paz es el nombre de Dios y quien usa el nombre de Dios para la guerra, hace guerra a la religión misma”, recalcó Francisco.
En el Encuentro se escucharon testimonios de niños y pobres, mujeres y hombres, que sufren a causa de la guerra, se elevó fuerte, una vez más, un categórico “No a la guerra” de todos ellos, junto con aquel de los representantes de las distintas religiones, seguido por la súplica dirigida a los responsables de las naciones para que se termine con los motivos que inducen a la guerra, a saber, el ansia de poder y de dinero, la codicia de quienes comercian con las armas, los intereses partidistas, las venganzas por el pasado.
“Que se abra finalmente una nueva época, en la que el mundo globalizado llegue a ser una familia de pueblos. Nada es imposible, si nos dirigimos a Dios en la oración”, fue la exhortación, en la conclusión del Encuentro.